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La Comisión rebaja la previsión de crecimiento para Europa

Almunia afirma que España muestra "signos de agotamiento"

Andreu Missé

La Unión Europea crecerá menos, pero creará más empleo. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, presentó ayer las previsiones económicas para el periodo 2005-2007, que rebajan el crecimiento económico y la inversión, pero pronostican una mayor creación de empleo respecto a las previsiones de primavera. Durante esos tres años la Europa de los Veinticinco creará seis millones de puestos de trabajo.

Además de la rebaja del crecimiento y de la inversión, las sombras del análisis económico se concentran en el aumento de la inflación y del déficit público y el incesante deterioro de la balanza por cuenta corriente. La rebaja de la actividad económica afecta tanto a la eurozona como a la UE en conjunto.

En 2005 y 2006, el crecimiento en la eurozona será sólo del 1,3% y el 1,6%, respectivamente, lo que supone un recorte de dos y tres décimas sobre las previsiones de primavera. En el conjunto de la UE, la economía crecerá estos dos años el 1,5% y el 2,1%. Este ritmo ascendente continuará hasta 2007, en que alcanzará el 2,4%.

El impulso de esta recuperación económica provendrá de la demanda interna, especialmente de la inversión privada. Los expertos temen que las expectativas de mejora de la economía volverán a reforzar las tentaciones del Banco Central Europeo (BCE) para elevar los tipos de interés.

Pese a esta contracción de la actividad económica y, sobre todo de la inversión, que en 2005 sólo crecerá el 1,7% frente al 2,8% previsto el pasado abril para la eurozona, el empleo registrará una notable mejora. Entre 2005 y 2007, el número de ocupados aumentará entre el 1% y el 1,2%, lo que significará más de seis millones de puestos de trabajo. Este impulso de la actividad laboral permitirá rebajar la tasa de desempleo del 8,9% de 2004 al 8,1% previsto para 2007.

La contradicción que supone un mayor crecimiento del empleo a pesar de la reducción de la actividad económica se explica por un mejor funcionamiento del mercado de trabajo. "El mercado de trabajo", manifestó Almunia, "debería mejorar gracias a la mejora de la confianza de las empresas y a la moderación de los salarios".

La ralentización de la economía al principio del año dejará su huella en las cuentas públicas de varios países. El déficit público en la eurozona subirá hasta el 2,9% del PIB. Se trata de un serio agravamiento frente al 2,6% previsto en primavera.

En 2005, cinco países incumplirán la regla que fija el límite máximo del déficit público en el 3%, establecido en el Tratado de Maastricht: Alemania (3,9%); Grecia (3,7%); Francia, (3,2%); Italia, (4,3%) y Portugal (6%). Entre los países que no han adaptado el euro y que superan el 3% aparecen el Reino Unido (3,4%) y sobre todo Hungría (6,1%), que seguirá creciendo hasta el 6,9% en 2007. El Gobierno francés cuestiona las cifras de déficit público que ofrece la Comisión Europea, que por otra parte, cuenta con el apoyo del Banco de Francia.

En relación con España, la Comisión ha tenido que revisar al alza las previsiones de crecimiento, ya que el comportamiento real de la economía está siendo mucho mejor que sus pronósticos. El pasado abril, Eurostat, el Servicio Estadístico de la Comisión Europea, había previsto un crecimiento para España del 2,7% para 2005 y 2006. El pronóstico realizado ayer para estos mismos años fue del 3,4% y 3,2%, respectivamente. Para 2007 se prevé un 3,0%.

El problema de la vivienda

El comisario Joaquín Almunia, resaltó que "España sigue creciendo casi tres veces más que la zona euro" y expresó su confianza en que esta situación "seguirá prolongándose durante bastantes ejercicios". El mejor sostén de este crecimiento está en la demanda interna y la inversión, que este año crecerá un 6,5%, y que tiene su reflejo en un aumento del empleo del 3%.

No obstante, advirtió que la diferencia con la zona euro "se reducirá en la medida en que la economía europea se recupera y el ciclo español empieza a mostrar signos de agotamiento". Almunia citó "la evolución de la vivienda, que empieza a mostrar un menor crecimiento, lo cual siempre que sea un ajuste progresivo es bueno".

Otros factores que pueden debilitar el crecimiento de la economía española son "la persistencia de una tasa de inflación por encima de la media" y "la pérdida de competitividad que afecta a las exportaciones". Las previsiones de la Comisión apuntan a un incesante crecimiento del déficit comercial y del déficit por cuenta corriente, que en 2007 alcanzarán el 9,3% y el 9,1%, respectivamente.

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