Qué es una recesión y cuál fue la última que vivió Estados Unidos
La pérdida de puestos de trabajo a gran escala y la reducción del empleo son signos clave de una recesión económica


En una entrevista reciente de Fox News con el presidente Donald Trump, el mandatario fue cuestionado sobre si espera una recesión durante este año, lo que no descartó. “Odio predecir cosas como esa”, dijo. “Hay un periodo de transición porque lo que hacemos ahora es muy grande”, dijo sobre las acciones recientes que ha tomado su Administración, en particular la aplicación de aranceles a otros países y las acciones financieras del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) bajo el liderazgo del empresario Elon Musk.
¿Qué es una recesión?
Una recesión es un descenso significativo de la actividad económica que afecta a varios sectores de la economía. Generalmente, se reconoce cuando el producto interior bruto (PIB) de un país disminuye durante dos trimestres consecutivos. Sin embargo, una recesión no se limita al PIB. Los economistas examinan una gama más amplia de indicadores, como los niveles de empleo, la producción industrial y el gasto de los consumidores, para evaluar la salud de la economía. Las recesiones son una parte natural del ciclo económico, pero pueden tener graves efectos en las empresas, los particulares y los gobiernos, e influir en todos los ámbitos, desde el empleo hasta los mercados bursátiles.
¿Qué causa una recesión?
Las recesiones suelen deberse a múltiples factores que pueden clasificarse en causas económicas, financieras y psicológicas:
- Factores económicos: Una recesión puede desencadenarse por cambios estructurales en industrias o mercados, como cambios en las preferencias de los consumidores, avances tecnológicos o interrupciones en las cadenas de suministro globales. Por ejemplo, el auge del comercio electrónico provocó el declive de los sectores minoristas tradicionales, lo que afectó al empleo y a la inversión en tiendas físicas. Además, aumentos significativos en el coste de productos básicos esenciales, como el petróleo, pueden elevar los costes de producción en todas las industrias, reduciendo la producción económica global.
- Factores financieros: Las recesiones también pueden tener su origen en desequilibrios financieros. Por ejemplo, un endeudamiento excesivo de las empresas o los consumidores puede conducir a niveles de deuda insostenibles, lo que causa una inestabilidad financiera. Cuando estallan las burbujas de activos (como los mercados de la vivienda o los precios de las acciones), puede producirse un colapso repentino del valor de los activos, perturbando gravemente el sistema financiero. A menudo sigue la restricción del crédito, que provoca una reducción del gasto de las empresas y los consumidores, lo que agrava aún más la recesión.
- Factores psicológicos: La psicología de los inversores y los consumidores desempeña un papel fundamental en la dinámica de la recesión. Un optimismo excesivo en tiempos de prosperidad económica puede alimentar un comportamiento financiero arriesgado y conducir a unos mercados excesivamente apalancados. Cuando la confianza disminuye —por ejemplo, cuando los consumidores dejan de gastar por miedo al futuro— la economía puede experimentar una fuerte contracción. El pánico de los inversores o una pérdida repentina de confianza pueden provocar rápidas ventas en los mercados financieros, lo que empeora la recesión.

¿Cómo se identifican las recesiones?
La Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER), la autoridad estadounidense en materia de fechas del ciclo económico, designa oficialmente el comienzo y el final de las recesiones. El NBER utiliza varios indicadores económicos para realizar esta determinación:
- Evolución del empleo no agrícola: La pérdida de puestos de trabajo a gran escala y la reducción del empleo son signos clave de una recesión económica.
- Producción industrial y niveles de producción: Una caída de la producción industrial —como la industria manufacturera, la minería y los servicios públicos— puede indicar una contracción de la economía.
- Datos sobre el gasto de los consumidores y las ventas minoristas: Los descensos del gasto de los consumidores y de las ventas minoristas suelen ser los primeros indicadores de una desaceleración de la actividad económica.
- Inversión empresarial y cambios en los inventarios: La reducción de la inversión empresarial y los cambios en los niveles de inventario pueden sugerir que las empresas están anticipando una menor demanda futura.
- Patrones de crecimiento del PIB: Las continuas contracciones del PIB son uno de los principales indicadores de recesión, ya que el PIB mide la producción económica total de un país.
¿Cuál fue la última recesión que vivió en Estados Unidos?
La recesión más reciente en Estados Unidos se produjo a principios de 2020, desencadenada por la pandemia de la covid. Esta recesión fue única debido a su repentina aparición y a las medidas de gran alcance adoptadas para frenar la propagación del virus.
La economía de Estados Unidos sufrió una caída drástica a medida que se implementaban cierres, restricciones y cuarentenas generalizadas, lo que detuvo gran parte de la actividad económica del país. El desempleo experimentó un aumento sin precedentes, alcanzando el 14,7% en abril de 2020, el nivel más alto desde la Gran Depresión. Este salto reflejó el impacto directo de las medidas de aislamiento y la interrupción de la economía.
En respuesta, el Gobierno estadounidense intervino mediante medidas de estímulo fiscal. Se implementaron pagos directos de estímulo, ampliación de las prestaciones por desempleo y programas de ayuda a las pequeñas empresas. Además, la Reserva Federal redujo los tipos de interés y adoptó políticas monetarias orientadas a estabilizar los mercados financieros.
A pesar de la grave contracción inicial, la economía comenzó a recuperarse con relativa rapidez, apoyada por la intervención gubernamental y la relajación gradual de las restricciones, a medida que avanzaba la distribución de las vacunas.
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