Los alcaldes del Bidasoa urgen el arreglo de la N-121 por su peligrosidad

El fallecimiento en los últimos días en accidentes de tráfico de una joven de Lesaka de 18 años embarazada de ocho meses y de un camionero aragonés que cayó al río en Igantzi han reactivado la exigencia de los alcaldes del Bidasoa para que el Gobierno de Navarra finalice las obras de la N-121(Irún-Pamplona) en el límite con Guipúzcoa. Los ediles acusan al Ejecutivo de incumplir su compromiso de completar la mejora del tramo navarro antes de 2009. Actualmente el tramo limítrofe con Guipúzcoa, entre Endarlatza y Ventas de Igantzi, está paralizado. Navarra aduce que mientras Guipúzcoa no acometa las obras a las que se comprometió entre Endarlatza y Behobia no se arreglará su tramo entre el límite fronterizo, Bera e Igantzi. La fecha prevista para el inicio de las obras en ambos lados es 2007. La Diputación de Guipúzcoa ya ha encargado el proyecto en los 6,3 kilómetros de vía que le corresponden.

La ruta Irún-Pamplona padece un flujo creciente de camiones pesados, que supera los 10.000 diarios en la zona más peligrosa. El consejero navarro de Transportes aduce que si se mejora la carretera sólo en Navarra y no está terminada la salida por Guipúzcoa, se creará un problema mucho mayor.