Woodward testifica que un alto cargo le filtró que Plame trabajaba para la CIA

El director adjunto de The Washington Post, Bob Woodward, testificó bajo juramento el lunes en el caso de la filtración a la prensa del nombre de una espía de la CIA, según informó el propio diario. El periodista pidió ayer perdón al director de su periódico, Leonard Downie, por haberle ocultado esa información durante más de dos años, incluso cuando el caso se convirtió en un escándalo nacional.

Woodward aseguró durante su testimonio que un alto funcionario del Gobierno habló con él sobre Valerie Plame y su posición en la CIA cerca de un mes antes de que su nombre apareciese publicado en la prensa. En su comparecencia, que duró más de dos horas, Woodward dijo al fiscal especial Patrick Fitzgerald que Plame trabajaba como analista de la CIA en temas de armas de destrucción masiva y que no creyó que la información fuese secreta. Fitzgerald decidió interrogar a Woodward después de que la fuente de éste le advirtiese el 3 de noviembre -una semana después de que fuera procesado Lewis Libby, ex jefe de Gabinete del vicepresidente norteamericano Dick Cheney- de que había mantenido una conversación a mediados de junio de 2003 en la que se mencionó a Plame. La fuente ha dado permiso a Woodward para testificar.

El caso Plame arrancó en julio de 2003 cuando fue publicado en la prensa el nombre de la espía, esposa del embajador Joe Wilson, quien denunció el montaje de la compra de uranio enriquecido de Irak a Níger, que sirvió de justificación a la Administración Bush para desencadenar la guerra de Irak.