El rapto de un germano-libanés

La fiscalía de Múnich estudia pedir ayuda a España para investigar el secuestro del ciudadano alemán de origen libanés Khaled el Masri, con un avión de la CIA procedente de Palma de Mallorca. "Los españoles han llegado relativamente lejos en su investigación sobre el avión. Una vez estudiadas las circunstancias, creo que podría tener sentido entrar en contacto con la justicia española", declaró ayer el fiscal del caso, Martin Hofmann.

Khaled el Masri asegura que fue retenido en enero de 2004 en Skopje (Macedonia) durante 23 días y luego trasladado en avión a Afganistán, donde pasó tres meses en una cárcel en la que sufrió torturas. El Masri, cuya versión ha sido verificada en gran parte por la fiscalía de Múnich, acusa a la CIA de su secuestro. El avión que supuestamente lo trasladó de Skopje a Afganistán, un Boeing 737 con matrícula N313P, había volado a la capital macedonia el 23 de enero de 2004 desde el aeropuerto de Palma, adonde llegó un día antes procedente de Argel.

A El Masri, de 41 años y residente en Alemania desde hace 20, lo acusaban de haber llevado a Mohammed Atta, uno de los pilotos del 11-S, al campo de entrenamiento donde Osama Bin Laden lo reclutó para atentar contra las Torres Gemelas. Su abogado, Manfred Gnjidic, cree que lo confundieron con el egipcio Khalid al Masri, cuyo nombre aparece en un informe de la comisión estadounidense que investigó los atentados del 11-S.

El Masri fue liberado el 29 de mayo de 2004 en la frontera de Macedonia con Albania. La fiscalía de Múnich ha podido verificar su estancia en Afganistán mediante un análisis de su pelo, que determinó el lugar del que procedía la composición del agua y los alimentos que ingirió en ese periodo. El fiscal Hofmann espera desde hace meses la respuesta de Macedonia y EE UU sobre el caso.