ALEMANIA: Impuesto por bautizado

Todos los católicos o protestantes alemanes deben pagar el llamado impuesto eclesiástico, por el hecho de estar bautizados. Si no quieren, tendrán que firmar una declaración de apostasía ante un tribunal u otro organismo, dependiendo de la ley de cada Estado federado. La Iglesia católica ingresó en 2003 en Alemania por lavía de este impuesto casi 4.500 millones de euros (el obispado de Colonia, por ejemplo, obtuvo 440 millones, tres veces más que la Conferencia Episcopal española). La evangélica, un poco más de 4.000 millones. El monto del impuesto llega al 8% de la renta en Baviera y Baden-Wüttemberg y al 9% en los demás Estados. Cada Gobierno cobra una comisión a las distintas iglesias por recaudar el impuesto.

Sólo un 30% de alemanes bautizados paga ese impuesto, porque la ley prevé excepciones: niños, jubilados y, por supuesto, quienes ingresan por debajo del mínimo imponible.

El Estado concede a las iglesias liberación del impuesto de sociedades, exención a internados y residencias de estudiantes, a donaciones y herencias.