Jordania muestra a la terrorista que no logró suicidarse en Ammán
Una mujer con un cinturón bomba explica ante las cámaras cómo preparó los atentados
La televisión pública jordana difundió ayer el rostro del terror. Sayida Mubarak Atrus -una mujer de 35 años, con velo blanco, vestido largo negro y un cinturón bomba sobre su ropaje- confesó ante las cámaras cómo preparó, junto a su esposo, los atentados suicidas que han conmocionado a Jordania. El matrimonio y dos hombres, todos de nacionalidad iraquí, cruzaron la frontera cuatro días antes de la matanza.
Los suicidas alquilaron un apartamento de lujo en Ammán y el miércoles, 9 de noviembre, provocaron una carnicería en tres hoteles de la capital jordana.
"Soy Sayida Mubarak Atrus. Nací en 1970 y soy iraquí, de Ramadi", comienza el escalofriante relato de tres minutos. "Mi marido", prosiguió, "me puso uno de los cinturones, me explicó cómo funcionaba y me dijo que era para el ataque contra los hoteles en Jordania. Alquilamos un coche y nos registramos en el hotel el 9 de noviembre. Él se fue a un rincón y yo a otro. Se celebraba una boda en un salón, había niños y mujeres. Yo traté de hacer explotar la bomba, pero falló. Mi esposo me dijo que me fuera. Él hizo estallar la suya y me fui corriendo". La pareja eligió reventar la boda que se celebraba en el hotel Radisson. Y lo logró. Aunque la tragedia pudo ser mucho más devastadora si Sayida hubiera logrado su propósito. "Mi marido es quien lo organizó todo", concluyó.
Los cuatro terroristas procedían de la provincia de Al Anbar, bastión de la insurgencia iraquí y cuya capital es Ramadi. Sayida y su marido, Ali Husein al Shamari, cruzaron con pasaportes falsos la frontera terrestre entre Irak y Jordania junto a Safar Mohamed Ali y Rauad Jasim Mohamed Abid, los dos iraquíes que se suicidaron en los hoteles Hyatt y Days Inn.
El viceprimer ministro jordano, Maruan Muasher, afirmó que la mujer fue detenida ayer por la mañana. El sábado aseguró que sólo tres hombres habían perpetrado la matanza y rechazó la participación de una mujer y aclarar la nacionalidad de los autores. "Son tres no jordanos", subrayó. Muasher añadió ayer, en una entrevista con la cadena norteamericana CNN, que los terroristas "llevaban dos cinturones, uno con entre cinco y diez kilos de explosivos y otro con metralla", para provocar el mayor número de víctimas posible. Y agregó: "Hemos emitido la confesión televisada porque la gente quería saber. Sobre la presencia de otros miembros de Al Qaeda en Jordania no daré detalles. Seguimos investigando para asegurarnos de que llegaremos al final de esta historia". Sayida, concluyó el viceprimer ministro, "será juzgada en Jordania. Tiene derecho a un juicio justo y lo tendrá".
La detenida es hermana de Famer Mubarak Atrus al Rasaui, muerto en Faluya, en octubre de 2004, durante uno de los innumerables ataques de Estados Unidos contra esta ciudad rebelde de la provincia de Al Anbar. Famer era uno de los lugartenientes del jefe de Al Qaeda en Irak, el jordano Abu Musab al Zarqaui.
El triple atentado terrorista de Ammán es el primero de esta naturaleza que padece el reino hachemí. Pero ya desde comienzos de los años noventa -cuando cientos de jordanos regresaron de la guerra que libraron los islamistas en Afganistán para expulsar a los soldados de la Unión Soviética-, los servicios de inteligencia comenzaron a preocuparse por los grupos fundamentalistas radicales, que se alimentaban de los yihadistas recién llegados. Desde 1999, las fuerzas de seguridad han frustrado al menos dos ataques terroristas de similar factura. El empeño del Gobierno en la lucha contra el terrorismo internacional y la abultada plantilla de espías y soplones ha permitido desentrañar con enorme celeridad la masacre. El Ejecutivo del rey Abdalá se muestra convencido de que los cuatro terroristas no gozaban de apoyo logístico en territorio jordano.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.