Duran Lleida reclama elecciones anticipadas

El presidente del comité de gobierno de Unió Democràtica (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, criticó ayer al tripartito y reclamó elecciones anticipadas para que CiU pueda recuperar pronto el gobierno de la Generalitat. Tras manifestar que no hay gobierno porque el tripartito "es incapaz" de resolver sus problemas internos y los de los ciudadanos, Duran dijo que Cataluña "necesita un recambio del cambio".

"¿Como se puede tener confianza en un Gobierno como éste?", se preguntó el dirigente democristiano ante 500 militantes del partido que asistieron a un acto celebrado en Anglesola (Urgell) para conmemorar el 74º aniversario de Unió. Según Duran, el último año y medio ha sido muy malo para Cataluña y ha servido para saber quién no sirve para gobernar. "Cataluña", añadió, "necesita un nuevo Gobierno y Unió, junto con CDC, está preparada para aceptar el reto de volver a gobernar por el bien de Cataluña".

Más adelante, en clara referencia a ICV, Duran señaló: "No podemos permitirnos el lujo de tener un país paralizado por una fuerza que sólo tiene nueve diputados en el Parlament".

En clave de política española, Duran dijo que en este momento nadie puede permitirse el lujo de que el Estatut fracase en Madrid, especialmente el PSOE y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya que si ello ocurre quien saldrá ganando será el PP. El líder democristiano dijo que los ideales que inspiraron a los fundadores del partido hace 74 años, como "la paz, la reconciliación y el espíritu de concordia", siguen siendo hoy válidos en una España en la que, como entonces, también se imponen el odio, el enfrentamiento político, y la división entre las izquierdas y las derechas, y entre monárquicos y republicanos.

"Ahora más que nunca", proclamó Duran, "necesitamos ser lo que somos y hemos sido siempre, porque vuelve a haber una creciente división de la sociedad, volvemos a los tiempos de los buenos y los malos. "Estamos delante de las dos Españas irreconciliables, vuelve a haber tensión entre el Estado y la Iglesia, y se impone un laicismo de alpargata".