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Un filme sobre la lucha entre realidad y arte triunfa en Sevilla Festival de Cine

El director francés Jacques Audiard obtiene el Giraldillo de Oro

La película De battre mon coeur c'est arreté (De latir, mi corazón se ha parado), de Jacques Audiard, logró ayer el Giraldillo de Oro, dotado con 60.000 euros, de la Sección Oficial de Sevilla Festival de Cine. El jurado concedió el Giraldillo de Plata a la austriaca Crash test dummies, de Jörg Kalt, y su Premio Especial a la húngara Johanna, de Kornél Mundruczó, ambos dotados con 30.000 euros.

De battre mon coeur c'est arreté cuenta la historia de Tom, un joven cuyo destino se debate entre el sórdido y despiadado mundo de los negocios inmobiliarios de su padre y su vocación como pianista. Un encuentro casual le hace creer que puede convertirse en un gran concertista de piano. Se prepara para la prueba con una pianista china con la que sólo puede comunicarse a través de la música. Sin embargo, el mezquino mundo del trabajo diario lo sobrepasa.

Jacques Audiard, que es hijo del director y guionista Michel Audiard, comenzó su carrera como montador y trabajó como ayudante en varias películas. A principios de los ochenta, inició su trabajo como guionista. En 1994, dirigió su primera película, Mira a los hombres caer. En 1996, dirigió Un héroe muy discreto, que recibió varios galardones en festivales como el de Cannes.

El elenco de De battre mon coeur c'est arreté está compuesto por Romain Duris, Niels Arestrup, Jonathan Zaccaï, Gilles Cohen y Linh Dan Pham. El guión es obra del propio Audiard y de Tonino Benacquista.

El jurado de la Sección Oficial estuvo compuesto por el director de fotografía alemán Michael Ballhaus; la actriz italo-brasileña Florinda Bolkan; la directora de documentales hispano-holandesa Sonia Herman Dolz; el filósofo y escritor francés Sami Naïr, y el productor español Antonio Pérez.

La Sección Oficial Eurodoc otorgó su premio y 30.000 euros al documental danés Min morfars morder, de Soren Fauli y Mikala Krogh. Hubo asimismo una mención especial para el documental alemán Reality shock, de Stanislaw Mucha. El jurado de esta sección estaba integrado por la directora checa Jana Bokova; el crítico británico Phillip Bergson; el productor y director español Gervasio Iglesias, y el director peruano Javier Corcuera,

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En la Sección Eurimages, un jurado de estudiantes universitarios sevillanos galardonó con otros 30.000 euros a Caché, del austriaco afincado en Francia Michael Haneke. Caché es un ejemplo de colaboración entre distintos países europeos al estar coproducida por Francia, Austria, Alemania e Italia.

Por su parte, los jóvenes críticos europeos Frédéric Jaeger, Sascha Keilholz, Miguel Angel Martín, Federico Casado y Jorge Castillejo otorgaban el Premio de la sección Generación Europa a la alemana Kebab connection, de Anno Saul, que también se lleva 30.000 euros.

La quinta sección competitiva, Europa Europa, cuyo galardón es votado por el público que acude a todas sus proyecciones, ha registrado el triunfo de la italiana La febbre, de Alessandro d'Alatri, que recibía 30.000 euros. Todos estos galardones se entregan a los respectivos distribuidores en España de los filmes ganadores, para favorecer su promoción y estreno comercial.

"La variedad en temáticas y nacionalidades de las películas ganadoras es una prueba de la pujanza del cine europeo", señaló el director de Sevilla Festival de Cine, Manuel Grosso, quien considera que los más de 65.000 espectadores que ha tenido esta edición del certamen -lo que supone un incremento del 20% respecto a 2004- confirman la sintonía entre éste y la ciudad que lo alberga. "Las cintas europeas gustan, sorprenden y emocionan. Sin ninguna duda la lección a asumir es que el cine continental tiene un público", añadió Grosso.

Fuera del palmarés oficial, el Premio Signis, concedido por un jurado ecuménico a la película que mejor represente los valores humanos, recaía en la producción rumana The death of Mr. Lazarescu, de Cristi Puiu.

Durante la gala de clausura del festival, celebrada en el Teatro Lope de Vega, además de los galardones del palmarés, dotados con 240.000 euros, se entregó un Giraldillo de Honor al cineasta francés Patrice Chéreau, al que se dedicó un ciclo homenaje. Precisamente, un filme de Chéreau ponía el punto final oficial al certamen, Gabrielle, cuyo protagonista Pascal Greggory asistió a la proyección.

La Europa de hoy

Al igual que ocurre con De battre mon coeur c'est arreté, las otras películas triunfadoras en Sevilla Festival de Cine se adentran en conflictos de la Europa de hoy. Así, el largometraje austriaco Crash test dummies, de Jorg Kalt, que obtuvo el Giraldillo de Plata, está centrado en una pareja de jóvenes rumanos que llegan a Viena para hacer dinero rápido a cambio de llevar un coche robado a su destino. Sin embargo, Ana y Nicolae tienen que permanecer en la capital austriaca. Allí discuten y acaban rompiendo. Ambos conocen a nuevas personas en Viena.

La película ganadora del Premio Especial, la húngara Johanna, de Kornél Mundruczó, cuenta la historia de la muchacha que da título al filme, una toxicómana que cae en un coma profundo tras sufrir un accidente. Los médicos logran salvarle la vida. Johanna se convierte en enfermera del hospital y su comportamiento divide a trabajadores del centro y pacientes.

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