Ibarra deja el hospital y asegura que no se ha planteado abandonar la política

El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, aseguró ayer, al abandonar el hospital en el que ha estado ingresado desde que el pasado lunes sufriese un infarto de miocardio, que se va "estupendamente", aunque precisó que a partir de ahora intentará tomarse "con más filosofía" las cosas.

A la salida del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Ibarra aseguró que, cuando recibió la visita del presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, le dijo: "A ver si nos ponemos de acuerdo y somos capaces de llegar a ser más amigos, más españoles y más catalanes".

Aseguró que sale del hospital "muy contento, muy satisfecho y dispuesto de nuevo a trabajar", aunque reiteró que ahora "alguien ha aconsejado qué es lo que no tengo que hacer y qué es lo que tengo que hacer, porque al final todo se paga".

A la pregunta de si esos cambios de hábitos incluirán echarle "un poco menos corazón a la política", contestó que "seguramente también", aunque explicó que "uno puede dejar el tabaco, que ya lo he dejado, y algunos hábitos alimentarios, pero el carácter es más difícil dejarlo".

Preguntado por la fecha de su reincorporación al trabajo, dijo que lo hará "poco a poco". "Me siento capacitado para hacer lo que quiera, incluido correr un maratón, pero por el momento no me lo voy a poner como objetivo", bromeó. Aseguró que durante estos días en el hospital no se ha planteado abandonar la política y que tampoco siguió el debate sobre el Estado de las autonomías en el Senado, al que pensaba asistir antes del infarto, porque los médicos le dijeron que "no tenía ningún interés".