Ciutat Vella 'suspende' en seguridad y su nota es la más baja, mientras que Sarrià tiene la más alta

Los residentes de Ciutat Vella califican con un suspenso a los barrios que integran su distrito cuando se les pregunta por el nivel de seguridad. Concretamente, la nota es un 4,85, según la encuesta de victimización realizada por el Instituto de Estudios Metropolitanos. Es el único distrito que suspende. La nota más alta la obtiene Sarrià-Sant Gervasi, con un 6,54. De acuerdo con el sondeo, uno de cada cinco barceloneses -es decir, el 20%- se considera víctima de delito o de un intento, prácticamente el mismo porcentaje que en la encuesta del año pasado.

La encuesta, presentada ayer en la comisión de seguridad del consistorio, se realizó entre el 19 de enero y el 30 de marzo pasado a 4.348 personas y el estudio ha sido dirigido por Juli Sabaté, profesor de la Universidad de Barcelona.

El 11,69% de los encuestados contestaron que habían sido víctimas de un delito o un intento de delito contra su seguridad personal; el 6,99%, de robo o intento de robo de un vehículo, y el 1,59%, de robo o intento de robo en su domicilio. El 20% del índice de victimización es prácticamente el mismo que en 2004, aunque ha subido cuatro puntos en los últimos cinco años. Y otra cosa que evidencia la encuesta es que menos de la mitad de las personas que se sienten víctimas de un delito lo denuncian, concretamente algo más del 39%.

La percepción que se tiene de la seguridad resulta algo mejor cuando se pregunta sobre el barrio en el que se reside: un 6 sobre una escala de 10, respecto a la valoración del resto de la ciudad: un 5,4. Algo parecido ocurre por distritos. Todos aprueban salvo Ciutat Vella -que obtiene un 4,85-, con notas que oscilan entre el 5,34 de Sants-Montjuïc y el 6,54 de Sarrià-Sant Gervasi. Estos dos distritos son también los que puntúan con notas más bajas cuando la pregunta se refiere a la percepción de la seguridad en el resto de la ciudad. A la cuestión de cómo juzgan la seguridad en el conjunto de la ciudad en el último año, el 30% cree que ha empeorado, el 45% afirma que sigue igual y el 18% opina que ha mejorado. El resultado es mejor si la pregunta se refiere al barrio donde residen los encuestados: el 57% cree que sigue igual; el 21%, que ha empeorado, y el 17%, que ha mejorado.

Clos y la ordenanza

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, optó ayer por empezar a aplicar la nueva ordenanza del civismo y la convivencia de la ciudad, que está en trámite. Ocurrió en la entrada de la Boqueria, adonde se dirigía caminando. Clos indicó a dos mujeres que pedían sentadas en la calle que se levantaran porque "impedían el paso", según precisaron portavoces del consistorio. Las dos mujeres hicieron caso y se levantaron. No obstante, en cuanto pasó el alcalde, las dos volvieron a sus puestos en la calle, según Europa Press.