Comerciantes mayoristas de Lavapiés marchan hoy contra el futuro cierre al tráfico del barrio
Las asociaciones vecinales apoyan el plan del Ayuntamiento, previsto para la primavera
El anunciado cierre al tráfico del barrio de Embajadores (Centro), que el Ayuntamiento quiere hacer realidad la próxima primavera, tiene divididos a sus habitantes -50.000 vecinos y más de 800 comercios, entre los que se cuentan 600 de venta mayorista-. Los comerciantes, muchos de ellos de nacionalidad china, están llamados hoy a una marcha que recorrerá varias calles del centro para protestar contra el plan municipal. Aseguran que será la tumba de sus negocios, al dificultar las operaciones de carga y descarga. Las asociaciones de vecinos, por el contrario, defienden el plan porque, afirman, convertirá Lavapiés en un entorno con menos humos, menos ruido y más plazas de aparcamiento.
Los convocantes de la manifestación de hoy -con inicio a las 12.00 en la plaza de Tirso de Molina y final en la plaza de la Villa- son cinco organizaciones de comerciantes que tachan de "nefasto" el plan del Ayuntamiento: la Asociación de Mayoristas de la Zona Centro, la Asociación de Comerciantes Chinos en España, la Asociación de Comerciantes con Establecimiento Fijo en el Rastro, el Colectivo de Vecinos y Comerciantes de la calle de Argumosa y la Asociación Atila de Tirso de Molina y Lavapiés.
Juntas forman la Plataforma de Asociaciones del Barrio de Embajadores, expresamente constituida para organizar protestas contra el Plan de Movilidad de Lavapiés anunciado hace mes y medio por el gobierno municipal, según confirmó Pedro Gili, uno de los portavoces de la plataforma. Ese plan pretende que, en primavera de 2006, el barrio de Embajadores sea declarado "área de prioridad residencial", a la que sólo podrán entrar los coches de residentes, emergencias, taxis, motos y, en un horario más restringido que el actual, los vehículos de carga y descarga.
"Hemos colaborado con el Ayuntamiento en otras iniciativas, como el plan para establecer puntos de recogida de embalajes o las medidas de lucha contra la marginalidad. Pero el cierre al tráfico supondrá el fin de cientos de comercios y de miles de empleos. El gobierno municipal habla de prioridad para los residentes. Y los comerciantes, ¿qué? También somos vecinos", protesta Gili.
Felipe Chen, portavoz de la Asociación de Comerciantes Chinos de España, abunda en lo mismo: "Mucha gente depende del comercio en este barrio. El cierre al tráfico será una soga al cuello para nosotros. Para los mayoristas pero también, por ejemplo, para los bares, que perderán clientes", afirma. Chen calcula que en Embajadores viven o trabajan "unos 5.000 ciudadanos chinos".
La calle, un dique de carga
"En ningún lugar del mundo las restricciones al tráfico en el centro urbano han generado pérdidas para los comercios tradicionales, al contrario. Calles peatonales como Preciados y Carmen están entre las más comerciales de España", replica el consejero delegado de Economía y Participación Ciudadana, Miguel Ángel Villanueva. "Otra cosa son los comercios mayoristas", precisa. "Es verdad que a ellos sí les puede afectar que ordenemos la carga y descarga, pero es que hay que ordenarla. Las calles de Lavapiés no pueden ser un dique de carga y descarga permanente. En eso seremos inflexibles".
No obstante, Villanueva subraya que "el plan está aún en fase de diseño". "Hay tiempo suficiente para tener mil reuniones con los comerciantes. Esta protesta me parece precipitada", dice. La Concejalía de Economía inició el pasado abril una campaña de inspecciones a comercios mayoristas de Lavapiés. De los 411 revisados hasta la fecha, 207 carecían de licencia. Con esos datos, el Ayuntamiento ha precintado ya dos establecimientos.
Pero si los comerciantes están en contra del Plan de Movilidad para Lavapiés, las asociaciones de vecinos lo aplauden. "El paso intensivo de coches genera graves problemas de movilidad, contaminación y ruido. Declarar el barrio área de prioridad residencial mitigará estos problemas y aumentará las plazas de aparcamiento para residentes, que ahora son claramente insuficientes", explica el presidente de la Asociación La Corrala, Manuel Osuna.
El presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos (FRAVM), Francisco Caño, añade: "La restricción al tráfico rodado en el centro urbano es una vieja reclamación vecinal. No sólo estamos de acuerdo con el plan del Ayuntamiento, sino que algunas de las medidas que incluye se las propusimos nosotros. Lavapiés fue toda la vida un barrio residencial y ahora está copado por la carga y descarga. Eso no puede ser".
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