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PLENO DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA

Martínez convierte el debate de presupuestos en una moción de censura contra el Estatuto catalán

Griñán asegura que los populares "asustan" a los ciudadanos en lugar de dar seguridad

El PP convirtió ayer el debate sobre el proyecto de ley de Presupuestos de la Junta para 2006 en una moción de censura contra la propuesta de reforma del Estatuto de Cataluña. Su jefa de filas, Teófila Martínez, hiló un discurso presupuestario como al retortero, saltando del debate territorial al catalán, del catalán a las cuentas estatales, y de éste a la crítica por los "miserables" fondos para los ayuntamientos. El consejero de Economía, José Antonio Griñán, que defendió la reforma del sistema de financiación, le replicó con dureza: "Ustedes, en vez de dar seguridad a los ciudadanos, asustan".

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El proyecto de ley de Presupuestos de la Junta superó ayer las tres enmiendas a la totalidad presentadas por PP, IU y PA, con lo que la cifra quedó fijada definitivamente en 27.378 millones de euros, tras más de seis horas de pleno parlamentario.

El de ayer era el cuarto debate presupuestario de Teófila Martínez y no puede decirse que fuera su mejor intervención. Desde el principio hizo girar sus argumentos sobe la cuestión territorial, rehuyó el manejo de cifras y optó por las frases gruesas y cortas tan propias de los titulares de prensa, como por ejemplo: "La Administración es voraz e intervencionista", los presupuestos son "simple propaganda" y "un pozo sin fondo" y el debate es "una burla anual y un paripé".

La popular consideró "obligado" hacer una referencia al Estatuto catalán porque, su juicio, va afectar "al estudio de nuestros hijos, al desarrollo económico, a la creación de empleo y a la calidad de los servicios". Y vaticinó: "Va a ser el último presupuesto que cuenta con fondos de solidaridad del Estado español".

En sintonía con los dirigentes de su partido, Martínez culpó de la situación al presidente del Gobierno central, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien, opinó, cuenta con la cómplice "inhibición" del jefe del Gobierno andaluz, Manuel Chaves. Como ya hizo en ediciones anteriores, la diputada del PP intentó ningunear al consejero de Economía y se dirigió casi en exclusiva a Chaves, quien siguió parte del debate desde su escaño. A éste le espetó: "Lleva 16 años anunciando políticas a corto plazo para convertirlas en engaños a largo plazo". Los números los utilizó poco, salvo para calificar de "miserables" los 90 millones de euros destinados a los ayuntamientos y para criticar que desde que Chaves preside la Junta el paro andaluz representa el 23% del total del Estado.

Si en su primer turno Griñán se detuvo en explicar los objetivos de las cuentas de la Junta para 2006 -en el que el capítulo de inversión representa el 22,4% del total-, en la réplica entró en el cuerpo a cuerpo con la popular, a la que acusó de "ir dando picotazos" de un lado a otro. "Sea cual sea el presupuesto que presentemos ustedes siempre dicen lo mismo: mantienen un discurso rico en adjetivos, pero pobre en sustantivos".

El consejero de Economía recordó a Martínez que el de ayer no era un debate sobre el modelo territorial, y animó al PP a que además de discutir sobre la propuesta de reforma catalana en ayuntamientos y en diputaciones lo hagan "también" en el Congreso de los Diputados. "Con Cataluña ustedes tienen un complejo de culpa mal resuelto", opinó, desde que el anterior presidente del Gobierno, José María Aznar, pactó un sistema de financiación con el ex presidente catalán Jordi Pujol que "dejó fuera" de cobertura a 400.000 andaluces.

Griñán aprovechó esta referencia como una especie de guante que lanzó al PP para intentar una aproximación sobre el futuro modelo. En su primera intervención, defendió que la aplicación "correcta" del sistema actual había sido beneficioso para Andalucía, aunque a renglón seguido defendió: "Debe mejorarse y reformarse porque el actual se resiente de la ausencia de espacios fiscales propios, que es tanto como decir de falta de autonomía financiera de las comunidades y por ello, de un debilitamiento de la responsabilidad fiscal". En otro momento afirmó que la reforma era importante para evitar que "el Gobierno central no haga trampas" en las estimaciones de las liquidaciones presupuestarias. Según Griñán, "no sería tan difícil" que PSOE y PP acuerden la reforma del sistema, aunque dicho esto, se dedicó a lanzar puyazos a los conservadores por mostrar "una ignorancia culpable de la realidad" y de "ser incapaces de rectificar a tiempo".

A estas críticas, Teófila Martínez respondió con otros reproches: se remontó a la etapa de Griñán como ministro de Trabajo y dio un portazo a la tímida oferta para acordar un nuevo sistema de financiación. La negativa, para no dejar lugar a dudas, la verbalizó parodiando una intervención del presidente del Gobierno: "Si quiere consenso sobre el sistema de financiación, hable con Zapatero, que dijo: ¡Pasquaaal!, ¡Pasquaaal! [impostando la voz] el Estatuto que me presentes lo voy a apoyar".

Griñán contraatacó: "En política, hay que dar seguridad y ustedes dan susto, asustan".

El portavoz socialista, Manuel Gracia, lamentó que el debate hubiera girado sobre la coyuntura política en vez de sobre el presupuesto. Gracia criticó especialmente al líder del PP, Javier Arenas, por "intentar engañar y manipular" a la opinión pública con inexactitudes y falsedades. También calificó de "cínica" una enmienda del PP a los cuentas del Estado sobre la deuda histórica. El PP, según desveló Griñán, adjudicaba esta partida a Andalucía a costa de los fondos que va a recibir por la liquidación del ejercicio de 2004.

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