El plan de desarrollo del campus de la UPV en Vizcaya divide a los centros

El ambicioso plan de desarrollo de infraestructuras para la UPV anunciado por el Rectorado ha provocado opiniones contrapuestas entre los distintos centros de Vizcaya, el campus en el que se centran las principales transformaciones e inversiones. La clasificación de las reacciones se puede ajustar de forma casi milimétrica a la ubicación presente y futura de las escuelas universitarias y facultades afectadas. Así, el grupo de los que ven con buenos ojos los cambios que dibuja el Rectorado corresponde a los que se sitúan, o se situarán, en Bilbao. En cambio, los centros que observan con recelo, cuando no con abierto rechazo, las intenciones del equipo encabezado por Juan Ignacio Pérez son aquellos que se ubican, y que seguirán ubicados, en Leioa.

El campus de Leioa teme quedar aislado y desasistido frente a las inversiones para los centros de Bilbao

Entre los primeros se encuentran las escuelas de Ingenieros de Bilbao, de Ingeniería Técnica de La Casilla, y de Ingeniería de Minas de Barakaldo; todas ellas se concentrarán en el denominado polo científico-técnico, junto a la antigua Feria de Muestras y San Mamés. También hay que incluir en este listado a la Facultad de Ciencias Económicas de Sarriko, la Escuela de Empresariales de Elcano, la Unidad Delegada de la Facultad de Derecho y la Escuela de Relaciones Laborales (ambas en Leioa), que formarían el segundo polo, en este caso el económico-jurídico, con el que la UPV pretende multiplicar y potenciar su presencia en la capital bilbaína. A estos habría que sumar la Facultad de Medicina, que se trasladaría de Leioa a los aledaños del hospital de Basurto.

En el sector de los poco entusiastas o abiertamente contrarios al proyecto, se puede englobar a las facultades de Ciencia y Tecnología, de Ciencias Sociales y de la Comunicación y de Bellas Artes, todas ellas con sede presente en Leioa y, según el plan, también futura. Su preocupación y su disgusto por el contenido del plan se basa, dicen, en el temor de quedar aislados y desasistidos en un campus obsoleto y desangelado, frente a una catarata de inversiones y de atenciones para los centros de la capital bilbaína.

La única salvedad en esta distribución es la Escuela de Magisterio de Bilbao, uno de las peor comunicadas de toda la UPV, que pasará, para satisfacción de su director, Julián Maia, del barrio de Arangoiti de la capital vizcaína a Leioa.

Las facultades de Leioa no parecen dar demasiado crédito al mensaje de tranquilidad y confianza que remarcó el vicerrector del campus de Vizcaya, Iñaki Goirizelaia, en la presentación pública del plan. Goirizelaia resaltó entonces que, lejos de quedar olvidado, el campus de Leioa se convertiría en el mejor de la UPV y que las actuaciones de mejora comenzarían por él.

No es ésta la impresión del decano de Bellas Artes, Agustín Ramos. "Creo sinceramente en el deseo de mejora del rector, y querría creer que Leioa también se verá beneficiada, pero ves la evolución histórica de este campus, que está llena de promesas fallidas, y cuesta creer que esto vaya a tener un final feliz. De hecho, vemos que los proyectos para Bilbao se pueden hacer y son factibles, pero Leioa aparece como la Cenicienta", explica, escéptico, Ramos.

El decano de Bellas Artes insiste en su preocupación por las deficientes comunicaciones que padece Leioa, uno de sus grandes problemas estructurales desde que se inauguró hace más de treinta años. Pese a que el rector dejó claro en la presentación del plan que no concibe una mejora de Leioa sin la solución al problema del transporte, Ramos, apoyado en la ausencia hasta ahora de respuestas a una reclamación constante, duda de una mejora a medio plazo. "En este plan los centros que nos quedamos en Leioa somos los más perjudicados", asevera.

Por su parte, el decano de la Facultad de Ciencia y Tecnología, Juan Ramón González, prefiere guardar silencio "por respeto institucional". "Esto no quiere decir que esté de acuerdo con el plan", apuntilla. El sentir mayoritario en este centro, uno de los más importantes de la UPV y en cuya reforma, concluida el año pasado, se han invertido 30 millones de euros, es contrario al proyecto. De hecho, los miembros de su Junta de Facultad, en una sesión centrada en este asunto, rechazaron por unanimidad tanto la forma como el fondo del plan.

"Sorpresa, preocupación, diversidad de opiniones y voluntad de negociación" son los términos que describen, en palabras de su decano, José Manuel Mata, el estado de ánimo reinante en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, otro de los grandes centros que permanecerá en Leioa. Una visión bien distinta es la que ofrece el director de la Escuela de Ingenieros de Bilbao, Enrique Amezua, que no duda en calificar como "bueno" el proyecto del Rectorado. "Creo que lo que se propone es posible, y tenemos que jugar con lo posible. Sería mejor que todos los centros estuvieran concentrados en Bilbao, pero no es viable ni por terreno ni por dinero disponible", afirma. En cuanto a los temores que genera el plan en Leioa, Amezua lo tiene claro. "Este recelo no es correcto, porque a Leioa se le destina dinero, se traslada Magisterio... Sinceramente, que se hable de que Leioa queda desasistido es una visión incorrecta. ¿Es que es mejor lo que hay ahora?", se pregunta.