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Londres exige profundos cambios en el presupuesto europeo para lograr un pacto

Los ministros de Exteriores cierran sin avances el primer debate tras el fracaso de junio

Andreu Missé

Reino Unido enseñó ayer sus cartas con toda claridad sobre cuáles serán sus condiciones para alcanzar un acuerdo en diciembre sobre el marco presupuestario de los próximos años, las llamadas Perspectivas Financieras (2007-2013). El jefe de la diplomacia británica, Jack Straw, fue muy explícito ayer tras la reunión del Consejo de Ministros de Exteriores de los Veinticinco: "Harán falta cambios significativos tanto en el nivel global del gasto como en su estructura si se quiere llegar a un acuerdo en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del próximo diciembre".

En el fondo está la pretensión británica de recortar las subvenciones agrícolas frente a la posición de Francia, España y otros países que rechazan cualquier revisión de los acuerdos agrícolas entre en vigor antes de 2013.

El ministro de Exteriores británico se estaba refiriendo así a los dos grandes obstáculos que impidieron un acuerdo sobre las finanzas comunitarias en la cumbre del pasado mes de junio durante la presidencia de Luxemburgo: la revisión de los recursos dedicados a la agricultura y la cuantía del llamado cheque británico, los casi 5.000 millones de euros anuales que recibe Reino Unido desde 1984, para compensar su escasa participación en los fondos agrícolas y comunitarios.

Tras cuatro meses de presidencia, Londres concretó sus ideas de cambio sobre el presupuesto comunitario y ligó abiertamente discutir la cuantía del cheque a la revisión de la Política Agrícola Común. El objetivo de Reino Unido es alcanzar un acuerdo antes de fin de año sobre la rebaja de los recursos destinados a la Agricultura para destinarlos a las llamadas políticas acordadas en la cumbre de Lisboa destinadas a impulsar el crecimiento y el empleo mediante el fomento de la investigación y la innovación.

Última propuesta

Reino Unido considera un punto de referencia importante la última propuesta presentada por la presidencia luxemburguesa en junio pasado que cifraba el marco global de gastos para los 27 para el periodo 2007-20013 en 871.514 millones de euros, equivalente al 1,06% del producto interior bruto (PIB) de la UE. Esta partida ya significaba un recorte sustancial de la propuesta inicial de la Comisión del 1,24% del PIB.

Los Gobiernos de los seis países contribuyentes netos exigieron rebajar al 1% del PIB el gasto máximo del presupuesto comunitario. En la última propuesta de junio las dos grandes partidas de gasto eran los fondos de cohesión (309.594 millones de euros) y ayudas directas a la Agricultura (295.105 millones de euros).

Francia y España, principalmente, han manifestado su disposición a revisar la estructura del presupuesto y el peso del gasto agrícola pero siempre que su aplicación sea a partir de 2014. Insisten en que los acuerdos sobre la PAC de 2002 y 2003, son firmes, "firmados por los jefes de Estado y Gobierno" y que suponen una profunda reforma agrícola, cuya aplicación llega hasta 2013. Francia considera un disparate revisar estas reformas que no entrarán en vigor hasta 2006. Ayer Straw rechazó frontalmente esta interpretación. Recordó que en los acuerdos de 2002 se había especificado "sin prejuicio de los futuros acuerdos en las Perspectivas Financieras". El ministro británico precisó que la Unión Europea no había dejado "bien atada" la Política Agrícola Común ni en 202 ni en 2003.

Paquete agrícola

El otro punto conflictivo, la rebaja del cheque británico, que provocó el fracaso de la anterior cumbre está estrechamente vinculado para los británicos a la revisión del paquete agrícola. Londres insiste en que a pesar de lo que recibe con el cheque, contribuye mucho más que Francia e Italia a la financiación de la UE. Straw señaló que, a pesar del cheque, "Reino Unido continuará aumentando su contribución a la UE, ahora sólo discutimos la cuantía de este aumento".

Pero a pesar de estos condicionantes, la cuantía del cheque está encima de la mesa y son numerosos los países que están convencidos de que sin un gesto de Londres, no habrá acuerdo. Para el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, "Reino Unido debe aceptar que se rebaje el cheque si realmente quiere alcanzar un acuerdo. Hoy se habrá dado cuenta de que hay una posición unánime" sobre este asunto.

El debate sobre las ayudas y subvenciones agrícolas comunitarias conecta de lleno con las discusiones que estos mismos días se desarrollan en el seno de la Organización Mundial de Comercio, que culminarán en la reunión del mes de diciembre Hong Kong.

Jack Straw (izquierda), junto al responsable europeo de Política Exterior, Javier Solana (derecha).
Jack Straw (izquierda), junto al responsable europeo de Política Exterior, Javier Solana (derecha).REUTERS

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