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Reportaje:

A ritmo moderno

La Escuela de Música Creativa de Madrid extiende sus clases a otros municipios en su 20º cumpleaños

Carmen Morán Breña

Este curso la Escuela de Música Creativa de Madrid cumple 20 años. Miles de músicos han salido de sus aulas, algunos para dedicarse a ello de forma profesional. "Quizá un 10% de los que se forman aquí se dedican después a la música profesional, pero hay otros que son muy buenos y, simplemente, deciden trabajar en otras cosas", dice el jefe de estudios, Juan San Martín, músico profesional, como casi todos los profesores.

A través de los cristales de las aulas insonorizadas de esta escuela se ve al maestro y al alumno dándole al piano a cuatro manos, acompañándose a la guitarra eléctrica, al bajo, manejando programas de ordenador o, en las aulas más grandes, ensayando piezas en grupo. Se trata de música moderna y creativa. No es un conservatorio para aprender clásica. "Algunos de nuestros alumnos vienen del conservatorio y, por supuesto, leen bien la música y lo que tocan suena muy bien pero les fallan las armonías modernas, por ejemplo; si su idea no es hacer oposiciones para orquesta sinfónica aquí se ponen al día para tocar en la calle". La música moderna, el jazz, la popular, las guitarras eléctricas, la improvisación, la batería, el bajo. Todo ello es objeto de estudio en la Escuela de Música Creativa. "El 90% de la música que se escucha, que circula por ahí, la pop, la tradicional, es música moderna y, sin embargo, todos los recursos públicos van al resto, al 10% de música clásica", lamenta San Martín. Por eso, con 20 años cumplidos, la escuela está ahora extendiendo sus ritmos por los ayuntamientos. Ya han ganado varios concursos públicos para montar escuelas de música en municipios de Madrid.

Se trata de formar músicos completos, que puedan actuar aquí o allá, a requerimiento de bandas, de músicos famosos. El propio San Martín ha tocado con Jorge Drexler, uruguayo como él.

"Esto es una alternativa al conservatorio. Desde 1992 trabajamos con niños y hemos incorporado los elementos de la música moderna a la enseñanza de la música en general. La música no hay que trabajarla en función de los estilos sino enseñar a conocer su lenguaje, un código propio que permita tocar cualquier estilo, porque hay elementos musicales que se desarrollaron en la clásica y otros en la moderna", explica la directora de la escuela, Amelia Caro, quien resume la filosofía de estas enseñanzas: "Creemos en la creación. Más que repetir o interpretar a otros creemos en la expresión del alumno".

La directora cree que la música moderna debería tener su título de grado medio, como los conservatorios. Es una reclamación que comparten otras escuelas en Europa. "En algunos sitios se ofrece la enseñanza del jazz después de hacer un grado medio de clásica, pero no creemos que sea necesario hacerlo así", dice el jefe de estudios. La Escuela de Música Creativa ofrece un ciclo básico, otro medio y uno superior. "Nuestro ciclo medio habilita a los alumnos para convertirse en músicos profesionales. Si una banda busca un músico, le bastará con escucharle, pero si alguien quiere dedicarse a la docencia, por ejemplo, necesitará acreditar su formación mediante un título", añade San Martín.

Actuaciones en directo

Los alumnos de la Escuela de Música Creativa de Madrid se preparan para subir a un escenario y tocar. Ésa es la idea, que puedan, si así lo quieren, dedicarse a la música de forma profesional. Y eso incluye tocar en orquestas, en bares,

en clubes, conciertos de todo tipo, no sólo de música clásica.

Ese contacto directo con la escena lo proporcionan las actuaciones públicas de los matriculados cada miércoles en un club madrileño. Los amplios horarios (de diez de la mañana a diez de la noche) permiten a los más mayores ensayar y a los más pequeños iniciarse en la música. En la escuela hay unos 1.000 alumnos matriculados en la sede central; algo menos de 200 son niños, los que llegan acompañados de los padres, de 3 a 12 años; "pero el grueso de la matrícula es de adultos entre 18 y 30 años, más o menos", detalla el jefe de estudios, Juan San Martín.

Los muchos festivales de jazz que hay en la actualidad ha "puesto de moda esta música". "Si eso sirve para que cada vez más gente disfrute de ella, estupendo", opina San Martín. Aprovechando estos festivales y algunos cursos que organiza

la escuela con la Universidad Carlos III, los alumnos cuentan a veces con la presencia en sus aulas de grandes músicos que ofrecen sus clases magistrales.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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