La marginación femenina, a través del boxeo
Natalia Verbeke y Daniel Guzmán interpretan el filme de Juan Vicente Córdoba
Sexo, drogas, violencia, boxeo, alunizajes, amor, sueños... son los ingredientes que Juan Vicente Córdoba mezcla en su último filme, A golpes, con la peculiaridad de que son cinco mujeres las protagonistas de este mundo intenso. El filme, que se estrena hoy en España, ha contado con un presupuesto de 1,8 millones de euros, "sin contar con los gastos de promoción", según el director, y con Natalia Verbeke y Daniel Guzmán como estrellas del reparto.
"He querido que esta película sea una crónica sobre la marginación femenina", comenta el director, quien señala que también ha querido retratar el mundo de la violencia de hoy en España, especialmente en Madrid, enraizado en los jóvenes. Una realidad que el cineasta conoce muy de cerca, según sus palabras, ya que nació y creció en el barrio de Entrevías.
Juana Acosta, María Vázquez, Marian Álvarez y Zay Nuba encarnan, junto a Natalia Verbeke, a las cinco mujeres veinteañeras que viven en el barrio de Vallecas. Sueñan con una vida mejor, pero las circunstancias de la realidad social en la que se desenvuelven las empujan a la delincuencia. Crean su propia pandilla y se dedican a los alunizajes (un tipo de robo en el que rompen la luna de los escaparates con un coche), lo que provoca el enfrentamiento con las bandas de chicos que dominan el negocio.
El boxeo es el hilo conductor que hilvana la vida de todos los personajes de esta película coral. Natalia Verbeke es María Gómez, Coco, una joven que lucha por ser campeona de España de boxeo, y el actor Daniel Guzmán, que practica el boxeo en la vida real, encarna el papel de Fran, un chico que es expulsado del gimnasio del barrio y se dedica al pillaje.
"Todos los que intervienen en las secuencias de boxeo son verdaderos profesionales del ring, desde el árbitro a los jueces, el comentarista y los boxeadores, a excepción de los actores", puntualiza Córdoba, quien es un aficionado al boxeo desde su infancia. La inmigración es otro de los ingredientes de la película. Los personajes de Juanita, interpretada por la colombiana Juana Acosta, y Nitzia, interpretada por la actriz de origen marroquí Zay Nuba, agregan a la discriminación social y femenina que refleja la película la dura transición de adaptarse a una nueva cultura.
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