Impecable refrito
No inventa absolutamente nada, pero La monja posee una pulcritud, una factura tan impecable con un presupuesto tan reducido que, de no contar con la participación de gente evidentemente unida al cine español como Paulina Gálvez o Natalia Dicenta, bien se podría decir que es un producto de terror americano de los que recaudan millonadas cada fin de semana por el mundo entero.
Basada en una idea original de Jaume Balagueró, La monja remite en principio a los oscuros territorios de la excelente y punto perturbadora La residencia (Narciso Ibáñez Serrador, 1969), pero pronto desvía sus objetivos hacia los últimos grandes éxitos del terror juvenil americano, de los que copia hasta el estilo del cartel. Así, con un punto de irónica honestidad, el guión de Manu Díez introduce una frase que, de puro lógica, resulta efectiva: "¿Me vais a decir que lo que estamos viviendo es una especie de Sé lo que hicisteis hace 18 veranos?". Mientras, en otro acto de cinefilia, éste un poco menos obvio, la película recupera, gracias a la inclusión del personaje del seminarista, la influencia religiosa de los mejores clásicos de los setenta y ochenta, donde un experto sacerdote ejercía de guía más empírico que espiritual para allanar el camino del misterio sin resolver.
LA MONJA
Dirección: Luis de la Madrid. Intérpretes: Anita Briem, Cristina Piaget, Manu Fullola, Paulina Gálvez, Natalia Dicenta, Belén Blanco. Género: terror. España, 2005. Duración: 110 minutos.
El final se ve venir desde la mitad del metraje (y más si se ha tenido la mala suerte de ver el tráiler en los cines, donde se cuenta absolutamente todo) y, cierto, la originalidad no es su fuerte, pero al menos el novel Luis de la Madrid demuestra que, con oficio, se puede intentar sacar tajada de la ola comercial unida al terror juvenil.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.