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La asesina de Klara García, en libertad a los cinco años del crimen

Raquel C.T., la mayor de las asesinas de Klara García, la menor de 16 años que fue degollada y apuñalada en mayo de 2000 por dos compañeras de instituto de San Fernando (Cádiz), dejó de estar recluida en un centro cerrado de menores el pasado julio. El juez de menores de Cádiz, Enrique Machón Ramírez, le ha permitido vivir en una residencia con tutores.

Con la decisión judicial, la condenada evitó ingresar en una prisión de régimen común cuando cumplió los 23 años el pasado mes de agosto.

El padre de la víctima, José Antonio García, se confesó ayer nuevamente "indefenso, indignado e impotente" por la noticia. La madre, María Casado, arremetió contra el juez de menores, al que tildó de "sinvergüenza", y contra los políticos que aprobaron la Ley de Responsabilidad Penal del Menor.

Por su parte, el defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, se alineó con las quejas de los padres y sostuvo que este episodio causa alarma social y "un dolor desmedido" a los familiares.

Iría y Raquel, de 16 y 17 años respectivamente cuando asesinaron a su compañera de clase, fueron condenadas en marzo de 2001 a ocho años de internamiento en un centro cerrado de menores y a cinco años más de libertad vigilada, que es la máxima medida correctora que preveía la entonces nueva Ley de Responsabilidad Penal del menor por los delitos de asesinato y conspiración al asesinato.

Las condenadas, de 22 y 23 años en la actualidad, confesaron ante la policía y el juez instructor que el 26 de mayo de 2000 engañaron a la víctima -compañera de instituto- para conducirla al descampado de El Barrero, en San Fernando, donde le seccionaron parcialmente el cuello y le asestaron un total de 23 puñaladas. Las asesinas declararon que cometieron el crimen para "experimentar que es lo que se sentía" y porque querían hacerse "famosas".

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Régimen semiabierto

Cinco años y dos meses después de cometer el crimen, Raquel ha pasado a una situación denominada "convivencia con grupo educativo". A este nuevo estatus accede después de que el juez le concediese meses atrás a ella y a la otra asesina, Iria, el régimen semiabierto por el que seguían en el centro de internamiento pero podían salir a la calle para actividades educativas, laborales o de ocio.

Raquel está en una residencia de la comunidad de Madrid, mientras Iria sigue internada en régimen semiabierto en un centro de menores de Galicia.

Tras conocer la liberación de una de las asesinas de su hija, los padres de Klara estallaron contra el juez y los poderes públicos. José Antonio García sostuvo que con su decisión, el juez ha demostrado que la vida de su hija "vale muy poco". "Estamos destrozados. Es un sinsentido", dijo. Víctima de la rabia y la indignación, la madre María Casado se expresó en términos más críticos: "El juez es un sinvergüenza (...) nos están provocando para que los únicos que vayamos a la cárcel seamos los padres de Klara si nos cruzamos a las asesinas en la calle (...) La ley del Menor es una mierda y las asesinas nunca se van a reinsertar porque son unas psicópatas", espetó.

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