La economía española acelera el crecimiento al 3,5% hasta septiembre
La deuda de las familias representa el 106% de la renta disponible
La economía española aceleró su crecimiento al 3,5% en el tercer trimestre del año, según las estimaciones del Banco de España. Este dato, una décima superior al registrado entre abril y junio, es el más intenso desde finales de 2001. Mientras el consumo privado y la inversión en bienes de equipo se desaceleran, la aportación del sector exterior es algo menos negativa. Las familias siguen endeudándose, hasta alcanzar el 106% de su renta disponible.
España lleva un año elevando su nivel de crecimiento cada trimestre. En septiembre de 2004, la economía crecía un 3,1%, y desde entonces ha ido aumentando una décima interanual cada trimestre. El resultado es que entre julio y septiembre de este año el crecimiento ha alcanzado ya el 3,5% sobre el mismo periodo del año anterior, según el último boletín económico del Banco de España. El Instituto Nacional de Estadística publicará las cifras el próximo 23 de noviembre, con un avance el día 14.
El 3,5% supone el crecimiento económico más elevado desde el último trimestre de 2001 (3,8%). El Banco de España explica esa tasa por el dinamismo de la demanda interna (consumo e inversión del país). No obstante, ese pilar comienza a tambalearse. El informe habla de desaceleración en dos de sus componentes: consumo privado e inversión en bienes de equipo, la más productiva. Es decir, sólo mantienen el vigor el consumo de las administraciones públicas y la construcción.
El menor ritmo en el gasto de los hogares obedece a una "ralentización de la renta real disponible". Pese a todo, crece la riqueza familiar, pues para calcularla se tiene en cuenta en valor de sus activos (entre ellos, la vivienda, que no cesa de revalorizarse).
El otro elemento que se desacelera es la inversión en bienes de equipo. El Banco de España aclara que esa pérdida de fuelle obedece a que la comparación con el año pasado resulta muy desfavorable, pues en el tercer trimestre se produjo un crecimiento excepcional de este tipo de inversión.
Más dinámica resulta la construcción, cuyos indicadores divergen. Mientras el consumo de cemento y la producción de materiales de construcción muestran "una intensidad algo inferior", los indicadores de confianza y de empleo son más favorables. Por tipo de edificación, se modera la residencial y se observa "cierta reactivación" en la no residencial.
El talón de Aquiles continúa siendo el sector exterior, que resta crecimiento. En el tercer trimestre esa aportación "pudo ser menos contractiva", asegura el Banco de España, aunque lo atribuye principalmente a la desaceleración de las importaciones, pues las exportaciones también perdieron ritmo.
Compra de vivienda
En este contexto, las familias siguieron engrosando su deuda, esencialmente por la compra de vivienda. El pasivo de los hogares asciende ya al 106% de la renta bruta disponible (ya superó el 100% en el segundo trimestre) y su capacidad de ahorro se resiente. El crédito concedido para comprar una vivienda creció un 24%. El informe analiza el incentivo fiscal a la compra de vivienda y concluye que la fiscalidad prima la adquisición de inmuebles frente a otras opciones, pese a que su efecto sobre el precio "no parece que haya sido significativo", asegura.
El Banco de España ha estudiado también las diferencias de empleo y paro en las diferentes comunidades autónomas. La institución considera que esas brechas pueden suponer "un serio obstáculo para conseguir reducciones adicionales de la tasa de desempleo" en España (el 8,4% de la población activa).
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