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Deutsche Telekom eliminará en tres años 32.000 empleos

El grupo renuncia a pujar por la británica O2 y deja el camino libre a Telefónica

Deutsche Telekom, el mayor grupo europeo de telefonía, anunció ayer la eliminación de 32.000 puestos de trabajo (el 13% de su plantilla) en los próximos tres años, como consecuencia de "las transformaciones mundiales en el sector y la rápida evolución tecnológica". La noticia fue acogida con una subida de las acciones de la compañía alemana del 2,96%. La operadora también informó de que no presentará una contraoferta por O2, la segunda compañía de móvil británica, y deja así el camino libre a Telefónica para comprar esta firma, que ayer perdió un 5,6% en Bolsa.

El sindicato de servicios Ver.di expuso su desacuerdo con los planes de Telekom, que necesita reducir costes sobre todo en su negocio de telefonía fija, que ha sufrido en los últimos meses una disminución de los ingresos, ya que cada vez son más los clientes que optan por la telefonía móvil. El vicepresidente de Ver.di, Franz Treml, que por el régimen de cogestión empresarial ocupa un puesto en el consejo de vigilancia de Telekom, declaró: "Es evidente que ahora una vez más los empleados tendrán que pagar la cuenta, aunque en los últimos años ayudaron con un pacto por el empleo a sacar a la empresa de los profundos números rojos en que se encontraba sumida".

Deutsche Telekom anunció ayer un drástico plan de reducción de plantilla. En los próximos tres años 32.000 de sus actuales asalariados -el 13% de una plantilla formada por unos 244.000 empleados- perderán el empleo sin despidos forzosos, al menos hasta 2008.

La empresa se ha comprometido a un plan de jubilaciones anticipadas para los mayores de 55 años y a incentivar con indemnizaciones las renuncias voluntarias de empleados. Para esto, ha dispuesto un fondo de 3.300 millones en los próximos tres años.

Según explica la empresa, la reducción efectiva de plantilla sería sólo de 19.000, ya que el grupo ayudará a 7.000 empleados a encontrar trabajo a través de su agencia de servicios de personal Vivento. Al mismo tiempo, se crearán 6.000 puestos de trabajo para jóvenes especialistas sobre todo en la red de fibra óptica de alta velocidad y en los puestos de venta al público en las ciudades.

La mayor parte de la reducción de plantilla se concentrará en la división de telefonía fija, es decir, unos 20.000 empleos. Esta unidad empleaba el año pasado a 125.000 personas. Además, se eliminarán 5.500 empleos en los servicios informáticos y 1.500 de la administración central. Hasta junio la plantilla total era de 244.000, de los que 46.600 tenían la condición de funcionarios de los tiempos en que la empresa era estatal. Para las jubilaciones anticipadas de estos funcionarios, Telekom tendrá que negociar con el Gobierno federal.

El presidente de Deutsche Telekom, Kai-Uwe Ricke, justificó la reducción de plantilla con "la transformación mundial en el sector, el rápido desarrollo tecnológico y sobre todo las dura competencia en la red fija y el sector de banda ancha condicionada por las regulaciones". "Por una parte, tenemos que reducir empleos en los viejos núcleos de mercado y, por otra parte, existe la oportunidad de crearlo en nuevos mercados de tecnologías innovadoras", manifestó. El jefe de Deutsche Telekom advirtió del riesgo de tener que reducir otros 5.000 puestos de trabajo, "si la ampliación de la red alta velocidad se viese en peligro por motivo de la regulación".

Caída en Bolsa

La operadora alemana hizo otro anuncio importante: no presentará una contraoferta por O2. "O2 no entra en los intereses de nuestros accionistas", señaló el director financiero, Karl-Gerhard Eick. El anuncio cayó como un jarro de agua fría en la cotización de O2, que cayó un 5,62% hasta los 197,67 peniques, por debajo de los 200 peniques en efectivo que ofrece Telefónica, que esta semana ha anunciado que lanzará una oferta pública de adquisición (OPA) valorada en 26.000 millones para comprar O2, cuyas condiciones han sido ya aprobadas por el Consejo de Administración de la firma británica.

La acción de O2 se había calentado en las dos sesiones anteriores precisamente al calor de esta presunta contraoferta. Deutsche Telekom, junto a la holandesa KPN, ya había intentado este verano hacerse con O2, pero las negociaciones no llegaron a fructificar.

La adquisición de O2, antigua filial de móviles de British Telecom (BT), permitirá a Telefónica controlar el 24% del mercado británico, sólo por detrás de Vodafone; entrar en Alemania, donde O2 es el cuarto operador con 8,4 millones de clientes (el tercero por ingresos), y en Irlanda, donde la compañía tiene 1,5 millones de clientes.

Sin embargo, los 26.000 millones de euros que debe pagar por O2 si triunfa la OPA tendrán un encaje pesado en sus cuentas. La compañía estudia varias alternativas para aligerar ese préstamo. Una de ellas es la emisión de bonos.

Telefónica ya está notando los efectos de la macrocompra de la empresa británica. En primer lugar, sus acciones perdieron ayer un 0,6% Por otra parte, anunció que se retiraba del proceso de privatización del 35% del capital de la operadora tunecina Tunisie Telecom, por la que pujaba frente a otras operadoras como France Télécom, Bouygues Telecom o Portugal Telecom.

Telefónica había sido preseleccionada junto con otras 12 operadoras por el Gobierno de Túnez para concurrir a la privatización de Tunisie Telecom.

Las autoridades tunecinas decidieron la semana pasada ampliar al 31 de enero el plazo de presentación de ofertas, que según fuentes del mercado podrían rondar entre 1.700 y 2.000 millones de dólares (entre 1.417 y 1.667 millones de euros).

Un empleado coloca el logo de Deutsche Telekom en Hanover, en el norte de Alemania.
Un empleado coloca el logo de Deutsche Telekom en Hanover, en el norte de Alemania.

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