Una exposición revive la pasión de Verne por la ciencia y la aventura

El pasaje Francisco Molina, muy cerca de La Campana, se ha convertido en el centro de un rito que tiene muchos seguidores: la veneración del novelista francés Julio Verne, cuyo centenario se celebra este año. El pasaje sevillano alberga hasta el 17 de noviembre la exposición Julio Verne, un viaje al futuro. La muestra reúne decenas de ediciones de sus novelas, carteles de películas y los artefactos más variados.

Entre los ejemplares recogidos en la muestra destacan los de la editorial Hetzel, que datan de 1890. Hay, además, 24 carteles originales de películas inspiradas en sus novelas (La luz del fin del mundo, La isla misteriosa, Miguel Strogoff, La vuelta al mundo en 80 días, Cinco semanas en globo, Las tribulaciones de un chino en China, Los hijos del capitán Grant...).

La exposición presenta asimismo 30 objetos relacionados con la obra de Julio Verne (Nantes, 1828-Amiens, 1905), como una escafandra de buzo de 1920, un catalejo binocular de marino de 1890, un reloj de arena de bronce de 1885, una calavera labrada en madera por tribus del África Ecuatorial, una máscara ritual africana, una cámara fotográfica de cajón y fuelle de 1902, un casco y busto de espeleólogo de 1890 o unas raquetas para caminar por la nieve de 1910.

Los objetos dan fe de las dos líneas argumentales que entretejen sus hilos en las novelas de Verne: los avances tecnológicos y la pasión aventurera en geografías exóticas. Verne describió en sus novelas máquinas y artefactos que entonces parecían impensables y que hoy en día pertenecen a la cotidianidad, como el helicóptero, el submarino, los satélites artificiales o los misiles.

El Ayuntamiento de Sevilla y El Monte promueven esta exposición, que será visitada por cientos de escolares. La muestra estará abierta en horario continuo de mañana y tarde hasta las 22.00. La exposición fue presentada ayer en un acto en el que participaron la concejal Aurora Atoche y el presidente de El Monte, José María Bueno Lidón.

Víctor Pardilla, técnico de la Delegación de Educación y Universidades del Ayuntamiento, señaló, en la presentación de la muestra, que Verne "no fue un físico, ni un geógrafo ni un matemático" y que sus novelas tienen "la lectura y la imaginación" como base fundamental.