En manos de la Comisión Europea

La Comisión Europea tiene abierta una investigación al gobierno de Alberto Ruiz Gallardón por una posible infracción medioambiental. Dicha investigación analiza denuncias de las obras de la M-30 en referencia al posible incumplimiento de las normativas europeas al no haber realizado estudios del impacto medioambiental en parques de la ciudad que actualmente están destrozados por las obras, al haber realizado una tala indiscriminada de miles de árboles sin los protocolos oportunos, al cambiar rutas de circulación externa que van a generar emisiones cancerígenas en 40.000 veces los valores permitidos...

Por fortuna, los ciudadanos somos maduros y sabemos depurar la información que se nos envía desde el Ayuntamiento, sabemos que un árbol no puede ser talado simplemente porque se le declare "enfermo" (todos los árboles urbanos tienen algún tipo de hongo u otra enfermedad leve que no implica su tala).

Sabemos que un árbol no ha sido transplantado cuando se dejan sus raíces en el suelo. Tampoco, quizá lo peor, damos crédito cuando el Ayuntamiento -consciente por los informes de la Organización Mundial de la Salud y otras instituciones del elevado riesgo de cáncer asociado a las emisiones del tráfico rodado- persiste en su empeño de hacer una gigantesca chimenea-rejilla en el interior del parque de Enrique Tierno Galván. A menos de 200 metros de miles de viviendas de Legazpi-Arganzuela, el Ayuntamiento continúa realizando las obras de un extractor de humos que expulsará cada día productos cancerígenos superando 200.000 veces los valores permitidos y que, con la colocación de filtros electrostáticos, mantendrá un excedente de emisión de aproximadamente 40.000 veces lo permitido, sólo considerando los 80.000 coches que estima el Ayuntamiento circularán diariamente por el nuevo túnel by-pass Sur.

Los ciudadanos podemos entender el riesgo que entrañan estas obras y no podemos permitir que el Ayuntamiento juegue con nuestros derechos, nuestra seguridad y nuestra salud. Deben recordar que gobiernan la ciudad por los votos que una parte de la población les dio, y no pueden trabajar "por el pueblo pero sin el pueblo".