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La aviación israelí mata a dos activistas palestinos en Gaza

Los muertos son un dirigente de Hamás y otro de las milicias del partido gubernamental

Un dirigente militar de Hamás y otro del brazo armado del partido del presidente palestino murieron ayer cuando el todoterreno en el que se desplazaban en el campo de refugiados de Yabalia, baluarte de las organizaciones fundamentalistas en el norte de la franja de Gaza, fue alcanzado por un misil de la aviación israelí. Ambos grupos, a diferencia de Yihad Islámica, habían cumplido en gran medida el alto el fuego pactado con la Autoridad Nacional Palestina hace casi nueve meses. Ahora todos prometen venganza.

Tras el atentado terrorista reivindicado por Yihad Islámica en Hadera hace una semana, en el que murieron cinco civiles israelíes, el Gobierno de Ariel Sharon no cesa en la persecución de dirigentes de los grupos armados palestinos. Primero pereció, junto a otras siete personas, Shadi Mohana, cerebro de las Brigadas Al Quds de Yihad Islámica en Yabalia. A escasas horas del final del mes del Ramadán y tras un par de jornadas de calma, el asesinato, ahora, de los dos militantes amenaza con avivar un fuego que nunca termina de apagarse. Hamás anunció, tras el ataque aéreo de ayer -minutos antes de que el presidente palestino, Mahmud Abbas, llegara a Gaza para tratar de meter en vereda a los grupos armados-, que el Estado judío "pagará un alto precio" por estas muertes. "Es una declaración de guerra abierta", afirmó su portavoz, Mushir al Masri.

Hasan al Madhun, conocido activista de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo tutelado por Al Fatah, el partido de Abbas, y Fauzi Abu el Garaa, miembro de la potente organización islamista, "se sabían perseguidos hace tiempo", asegura un vecino del depauperado campo de refugiados.

Atentados suicidas

El Gobierno hebreo atribuye a Al Madhun la organización de un atentado suicida cometido en la ciudad de Ashdod, en marzo del año pasado, por un palestino proveniente de Gaza. Desde que se desató la segunda Intifada, en septiembre de 2000, en dos ocasiones han partido terroristas suicidas de la franja. En la última semana, la más violenta desde que en febrero las facciones palestinas acordaran un alto el fuego, los lanzamientos de cohetes de fabricación casera Kasam sobre el sur de Israel han contado siempre con una contundente réplica, que se ha cobrado la vida de 13 palestinos.

Poco importan las negociaciones que deberían desembocar en la apertura del cruce fronterizo de Rafah, entre Egipto y Gaza, y que contará con un equipo de observación europeo cuyo papel está por definir, una vez desaparecido el control sobre el terreno de los soldados israelíes. Los dirigentes palestinos no se cansan de imputar maniobras dilatorias a su contraparte y se sienten ignorados en las negociaciones que el Ejecutivo de Sharon ha llevado a cabo con el Gobierno egipcio.

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Lo que sí puede resultar decisivo es la coyuntura que atraviesa el primer ministro israelí. El lunes aplazó una votación en el Parlamento, imprescindible para designar como titular de Hacienda al actual responsable en funciones, Ehud Olmert. Ocho diputados del Likud, entre ellos el acérrimo rival de Sharon, Benjamín Netanyahu, rechazan votar a favor si en el paquete se incluye a otros dos políticos que aspiran a sendos ministerios y que respaldaron la retirada de Gaza. Sharon, de momento, se niega a ceder. Pero si el miércoles próximo -cuando expira el plazo de tres meses por el que Olmert puede dirigir la cartera de Hacienda en funciones- no renuncia a los otros dos aspirantes a ministros, el adelanto electoral no puede descartarse. Como siempre, la política interna está condicionada por el conflicto, y viceversa.

Varios palestinos tratan de apagar el incendio en el coche atacado ayer por la aviación israelí.
Varios palestinos tratan de apagar el incendio en el coche atacado ayer por la aviación israelí.REUTERS

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