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Los grupos reciben con sorpresa y reservas la idea de cambiar la sede del Parlamento

Sólo el Partido Popular rechaza de entrada la sugerencia expresada por Izaskun Bilbao

La totalidad de los grupos parlamentarios, incluidos los que apoyan al Gobierno, han acogido con sorpresa, y alguno con serias reservas, la sugerencia de la presidenta de la Cámara, Izaskun Bilbao, de un cambio de ubicación del Parlamento. Bilbao considera que el edificio actual no da más de sí ni permite una redistribución de espacio para acomodar suficientemente a los grupos, y señaló a este periódico que las quejas son "continuas y de todos". Ninguno de ellos tenía la mínima pista sobre esa reflexión de la presidencia y se han pronunciado al respecto con cautela.

Sólo el PP se ha opuesto claramente a la iniciativa en declaraciones de su portavoz, Leopoldo Barreda, que considera la idea un dispendio innecesario. "El Parlamento ha realizado una inversión muy importante hace muy poco tiempo todavía y me parece económicamente ruinoso cambiar la ubicación cuando no se puede considerar amortizado el esfuerzo hecho hace poco tiempo", afirmó. Barreda estima además que "una Cámara que acaba de estar siete meses cerrada tendría complicado explicar a los ciudadanos un nuevo gasto multimillonario". "Creo que hay reflexiones que requieren más tiempo y cargarse un poco más de razones. Un cambio de sede significaría que lo hecho en las últimas ampliaciones se han hecho con poca capacidad de cálculo y de previsión", añadió.

Barreda reconoció que desconoce cualquier extremo sobre el particular, más allá de lo publicado, igual que el resto de los portavoces. "Tendríamos que ver una opción muy clara y que se tratara una operación muy categórica para que la apoyáramos. No es urgente ni prioritario", sentenció. Ni en la Mesa ni en la Junta de Portavoces se ha tratado el tema nunca, aunque sí han pasado por ellas las quejas y las necesidades planteadas por los grupos. Probablemente sí lo hagan en sus próximas reuniones, aunque sea fuera de orden del día, ya que los grupos se han incomodado al conocer por una información periodística algo que creen que debieron saber antes y por otro conducto.

El Grupo Popular no tiene quejas del espacio físico del que disfruta, afirmó Barreda, quien señaló que podrían evitarse "algunas rigideces" sobre el destino de algunas salas cuya incorporación a otros usos permitirían a su juicio "solventar algunas incomodidades". "Cuando se piensa seriamente sobre el plano, se encuentra la forma de liberar espacio", opina Barreda, que también piensa que aún hay en el edificio nuevo, al que se trasladó hace cinco años la administración parlamentaria, huecos sin ocupar a los que podría trasladarse algún servicio que aún permanece en el edificio principal.

Falta de privacidad

En el Grupo Socialista sí se reconoce la falta de espacio y se señala que ello provoca que algunos diputados opten por hacer su trabajo parlamentario diario fuera de la Cámara más que desde ella. "Es cierto que falta sitio, no hay privacidad y resulta difícil concentrarse", afirman las fuentes consultadas en ese grupo, en el que sólo tienen despacho propio el portavoz y el secretario, pese a que en esta legislatura, al crecer en cinco diputados su representación, se le ha anexionado una sala contigua para agrandar el lugar disponible. Su portavoz José Antonio Pastor, adelantó su intención de pedir una mínima información para los grupos en la próxima reunión de la Junta de Portavoces, la semana próxima. "Me parece un poco prematuro que avance un comentario de ese tema en los periódicos sin antes haberlo tratado con nadie, así que de momento ni nos oponemos ni lo apoyamos", señaló.

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Incluso el grupo del PNV desconocía cualquier extremo relativo a un eventual futuro cambio de sede de la Cámara. "De momento, conocemos sólo lo que parece una apreciación personal de la presidenta", señalaron fuentes nacionalistas, sin que fuera posible tener la opinión de su presidente, José Antonio Rubalkaba ni de su portavoz, Joseba Egibar. El portavoz de EA, Rafael Larreina, declinó también efectuar ningún comentario hasta no disponer de información directa sobre el particular. Tampoco fue posible obtener el pronunciamiento de EB ni de EHAK.

A juicio de la única diputada de Aralar, Aintzane Ezenarro, recién incoporada a la Cámara, el edificio está "muy mal distribuido". La falta de espacio es "indudable", afirma, al tiempo que aboga por hacer "algo al respecto". Sin embargo, reconoce "no tener ni idea" sobre si es factible plantear un cambio de sede de la Cámara.

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