Nuevas dudas ante la subida de tipos
Los analistas recomiendan extremar la prudencia en las inversiones en renta fija, especialmente a medio y largo plazo
Antes del verano, el mercado especulaba con que los tipos de interés europeos podrían bajar. El giro ha sido total: ahora se da por hecho que el BCE comenzará en 2006 a subir el precio oficial del dinero. Así que los expertos recomiendan mucha prudencia a la hora de tomar posiciones en títulos o fondos de renta fija, especialmente a medio y largo plazo, porque podrían sufrirse pérdidas.
Comprar fondos garantizados de renta fija no tiene mucho sentido, ya que los de renta variable se pueden aprovechar de la subida de la Bolsa
"El dato de inflación de septiembre en Europa (2,6% frente al 2,2% de agosto), el aumento de la masa monetaria (con un fuerte crecimiento del crédito al sector privado), la mejoría experimentada por los datos de crecimiento económico y la evolución a la baja del euro han provocado que el mercado esté descontando que el Banco Central Europeo (BCE) colocará en el 2,25% el precio oficial del dinero en el primer trimestre de 2006, que lo subirá hasta el 2,5% en otoño y que para finales de 2007 lo situará en el 3%", explica Arló Carrió Invernizzi, gestor de inversiones de Sabadell Banca Privada.
"Aunque coincidimos con las líneas básicas de este sentimiento de mercado", continúa este experto, "nosotros no creemos que las futuras subidas de tipos tengan tanta intensidad. Por ello, mantenemos que comprar renta fija a corto plazo (menos de dos años) se perfila como una buena oportunidad de inversión. Si no se cumplen las expectativas iniciales del mercado en lo que a tipos de interés se refiere veremos cómo este tipo de activos mejoran sus rendimientos. No somos tan optimistas para los títulos de renta fija a largo plazo, cuya rentabilidad actual supera el 3,3%. El riesgo de tomar posiciones en estos títulos es elevado y no descartamos la posibilidad de obtener pérdidas. La prudencia debe guiar la compra de papel de compañías con menor valoración crediticia y la de países emergentes".
Subidas suaves
Manuel Arroyo, gestor de JP Morgan Asset Management, coincide en que "no hay razón para que suban los tipos de interés de forma brusca en los próximos meses. La inflación subyacente, la que no tiene en cuenta el precio de los productos energéticos y alimentos frescos, se mantiene en torno al 1% y las tasas de crecimiento económico no superan el 2% en el entorno europeo. Por ello creemos que lo que está descontando el mercado -un alza del precio oficial del dinero de tres cuartos de punto a lo largo del año 2006- no se cumplirá y que, con ello, los títulos de renta fija a corto plazo serán los grandes beneficiados. Esta apuesta no debe extenderse hacia los activos de renta fija a largo plazo. Hay que reconocer que ésta está relativamente cara, sobre todo frente a la renta variable".
Este experto recomienda también prudencia a la hora de tomar posiciones en renta fija (directa o a través de fondos de inversión) denominada en dólares. "Es cierto que a lo largo de 2005 la revalorización de la divisa norteamericana ha generado una rentabilidad adicional entre el 10% y el 12% y que, aunque a corto plazo, esta tendencia se puede mantener (mayor crecimiento de la economía americana y tipos de interés al alza), es difícil que persista a medio y largo plazo dado el doble problema del déficit estadounidense".
Para Antonio Villaroya, director de estrategia de renta fija de Merrill Lynch, hay que reconocer que "el buen comportamiento que ha tenido la renta fija, especialmente a largo plazo, en los últimos años es difícil de mantener. La situación ha cambiado desde el punto de vista económico y parece que el BCE comenzará a normalizar su política de tipos de interés a partir del próximo ejercicio. En ningún caso creemos que el precio oficial del dinero vaya a colocarse por encima del 3% en 2006, pues se espera un alza trimestral, como mucho, de un cuarto de punto desde el 2% actual. Será difícil ver una tasa de inflación por encima del 3%. Si la tan pronosticada ahora subida de tipos de interés se hace efectiva, la renta fija a largo plazo resultará dañada y podrán verse rendimientos negativos (los perjudicados serán los actuales partícipes de fondos en estos activos), pero, a la par, los inversores en depósitos obtendrán una mejor remuneración para su ahorro. Por ello recomendamos tomar beneficios (deshacer posiciones en fondos de inversión de esta categoría) y apostar, al menos a corto plazo, por la liquidez o incluso la renta variable. Respecto a las tasas internas de rentabilidad de la renta fija emitida por compañías de los mercados emergentes creemos que también se corregirán por lo que recomendamos prudencia".
"Nunca antes se había dado una situación como la actual, en la que la rentabilidad por dividendo anual de los valores del Ibex-35 se coloca de media en el 2,4%, y los tipos de interés, en ese mismo plazo, en torno al 2,1% para los activos sin riesgo. En los años ochenta también se alcanzaron estas tasas de rendimientos, pero entonces los tipos de referencia superaban los dos dígitos. Invertir en la Bolsa española eligiendo valores por su rentabilidad por dividendo se ha convertido, hoy por hoy, en una clara alternativa a la renta fija", explica Javier Mazarredo, director de negocio y sicav de Santander Asset Management. "Unos tipos de interés en el día a día del 2% o del 3,3% en el largo plazo deberían invitar a los inversores a tomar posiciones en renta variable y, sin embargo, no es así. Llega poco dinero a la Bolsa y sí mucho a la renta fija, lo que parece explicarse por la aversión al riesgo de los inversores españoles".
"Las alternativas de ahorro que hoy ofrece la renta fija se reducen a cuatro. Tomar posiciones en FIAMM (fondos de dinero) supone asumir unas ganancias en torno al 1%-1,5%, lo que supone una rentabilidad que no cubre la inflación. Suscribir fondos de renta fija a largo plazo puede desembocar en pérdidas si a corto plazo suben sus tasas internas de rentabilidad. Comprar garantizados de renta fija parece que ya no tiene mucho sentido, por lo que quedan los de renta variable que, al menos, procurarán entre un 15% y un 25% de la subida de los mercados o valores bursátiles a los que se referencien. Apostar por la renta fija internacional de alta rentabilidad puede resultar atractivo si se eligen fondos que lleven a cabo la oportuna diversificación. Hacerlo directamente puede resultar muy caro y peligroso".
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