El 'número dos' de Cheney dimite tras ser procesado por perjurio

Lewis Libby, jefe de gabinete del vicepresidente de EE UU, Dick Cheney, dimitió ayer de su cargo tras conocer su procesamiento por perjurio, falso testimonio y obstrucción a la justicia en el caso de la filtración del nombre de una agente secreta de la CIA. La decisión de procesar a Libby fue adoptada por un gran jurado de Washington a iniciativa del fiscal independiente Patrick Fitzgerald, que investiga el caso desde hace dos años. El procesamiento significa un duro golpe para el presidente George W. Bush, debilitado ya por la guerra de Irak, el huracán Katrina y la renuncia de su candidata al Tribunal Supremo Harriet Miers.

Es la primera vez en 135 años que un alto cargo de la Casa Blanca en activo es procesado ante los tribunales. Karl Rove, principal asesor político de Bush y artífice de sus dos victorias electorales en 2000 y 2004, se libró del procesamiento, aunque seguirá siendo investigado por el fiscal. Libby, de 55 años, podría ser condenado a un máximo de 30 años de cárcel y a pagar una multa de hasta 1,25 millones de dólares si es declarado culpable de todas las acusaciones.

Su jefe y mentor político, Dick Cheney, aceptó la dimisión "con profundo pesar", y recordó que todo el mundo es inocente hasta que no se demuestre lo contrario. Libby no será procesado por ser el autor de la filtración del nombre de la agente de la CIA Valerie Plame -cuyo marido, Joseph Wilson, cuestionó la recopilación de pruebas sobre las armas de destrucción masiva de Sadam Husein-, sino por mentir sobre cuándo y cómo conoció su identidad. La primera vez que le interrogó el FBI Libby afirmó que había oído hablar de ella por la prensa, pero el fiscal sostiene que supo quién era meses antes a través de altos cargos de la Casa Blanca, en particular de Cheney.