El puerto se moviliza para que Barcelona no pierda cruceros tras el bloqueo
Las navieras exigen que la situación no se repita y mientras se notifican las primeras reclamaciones
El puerto de Barcelona, bloqueado por los pescadores desde el lunes por la noche hasta el jueves por la tarde, intenta recomponer los platos rotos. La Autoridad Portuaria admite que el impacto de la protesta no es sólo económico. Pesos pesados del sector de los cruceros, como la americana Crystal Cruises y la italiana Costa Cruceros, han expresado su inquietud sobre la posibilidad de que el bloqueo se repita y exigen garantías de que sus pasajeros no volverán a vivir odiseas similares para incluir Barcelona en sus rutas. El puerto prepara una campaña para lavar su imagen.
"La actividad del puerto de Barcelona ya se ha regularizado. En esencia, sí, aunque aún sufrimos algunos retrasos", explica Joaquim Coello, presidente de la Autoridad Portuaria. Coello acaba de sufrir la mayor pesadilla que pueda imaginar cualquiera que ocupe su cargo: la inmovilización de las instalaciones durante tres días.
Sin embargo, una vez levantado el muro de embarcaciones pesqueras cargadas de pescadores airados por la escalada del precio del gasóleo, empieza la segunda parte de la pesadilla. El mismo día en el que se puso fin al bloqueo, la entidad emitió un parte de guerra plagado de cifras sobre las pérdidas millonarias que ha acarreado este episodio (9,8 millones de euros de pérdidas directas). El comunicado finalizaba con una advertencia más grave que aludía a los "efectos intangibles". Son "incalculables los daños a la imagen del puerto de Barcelona", subrayaba.
Crystal y Costa Cruceros
Barcelona es el primer puerto europeo de cruceros y, tras una caída en el número de pasajeros llegados a la ciudad en crucero, la primera en 10 años, había calculado para este año un incremento del 15% que situaría la cifra total en el récord de 1,2 millones de pasajeros. Desde la primera noche de bloqueo, las compañías de cruceros montaron en cólera. "El presidente de Crystal Cruises [operador americano propietario del Crystal Serenity, que se quedó forzosamente fondeado ante el puerto] nos explicó que está elaborando su programa de rutas para 2007 y que necesitaba saber si España será fiable. Exigía garantías de que el bloqueo no volverá a producirse y se las dimos", explica Joaquim Coello. Para ello, era importante que el acuerdo que se negociara con los pescadores no fuera un acuerdo en falso. Los pescadores han aceptado a regañadientes el pacto con el Gobierno que mejora las subvenciones por litro de gasóleo, el 40% más caro que a principios de año, ya que no han colmado sus demandas.
También se ha mostrado "sensible" el gigante italiano Costa Cruceros, con sede en Génvoa, participado por el británico Carnival, el principal grupo de cruceros europeo, añade el presidente del puerto de Barcelona.
La Autoridad Portuaria teme que puertos competidores en cruceros, como Génova, intenten aprovechar la imagen salpicada de Barcelona para captar más pasajeros. "Sin duda, lo intentarán, y por esta razón estamos estudiando cómo orquestar una campaña para acercarnos a las compañías. Sin duda, debemos darles una explicación", añade Coello. También Manel Nadal, secretario de Movilidad de la Generalitat, hace hincapié en la necesidad de que el puerto lleve a cabo una campaña de imagen "para recuperar los daños intangibles que la protesta ha hecho a una ciudad que se ha ganado una buena imagen entre las empresas de cruceros".
Nadal califica la movilización de los pescadores de "protesta a todas luces desproporcionada", porque "una huelga no justifica que se paralice un país y debemos hacer una reflexión sobre cómo impedir este tipo de acciones".
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