Clos ataca a sus socios de gobierno por criticar las ordenanzas contra el incivismo
El convergente Trias y el popular Fernández Díaz acusan a Iniciativa de "deslealtad"
Las nuevas ordenanzas municipales para combatir el incivismo han dividido al gobierno tripartito del Ayuntamiento de Barcelona y ha dejado al alcalde, Joan Clos, más cerca de la oposición conservadora que de sus socios de izquierda. Clos arremetió ayer contra Iniciativa per Catalunya (ICV) y Esquerra Republicana (ERC) por sus críticas a las ordenanzas, que calificó de "precipitadas y superficiales". Tanto CiU como el PP coincidieron en acusar a ambos grupos de "deslealtad", aunque aprovecharon para subrayar el "desgobierno" del consistorio.
Desde la ciudad de Anantapur, en la India, en el marco de un viaje institucional, Clos rebatió las críticas de sus socios de gobierno, contrarios a que las ordenanzas incluyan referencias a la mendicidad y la prostitución callejera. El alcalde negó que las ordenanzas prohíban la prostitución -una materia sobre la que el Ayuntamiento no tiene competencias- y reiteró que únicamente buscan asegurar la convivencia y que ninguna actividad suponga "una ocupación masiva del espacio público".
Discrepancias al margen, el alcalde socialista reclamó a Esquerra e Iniciativa que "hagan propuestas concretas" para solucionar los problemas, pero sin ignorarlos: "Todos tienen que aportar mejoras y no salir por la tangente, porque esto no es propio de un miembro del gobierno". Clos fue más allá y aseguró que la postura de sus socios obedece a un "posicionamiento partidista".
Pese a su condición de jefe de la oposición, el presidente de CiU en el Ayuntamiento, Xavier Trias, coincidió con Clos en sus críticas a la tercera teniente de alcalde, Imma Mayol (ICV), a la que acusó de "deslealtad" por intervenir mientras Clos se encuentra de visita oficial en la India. Con un argumento casi idéntico al del alcalde, Trias opinó que las ordenanzas "no son una herramienta para acabar con la prostitución, sino para poner orden en el espacio público".
Pero lejos de tender la mano a Clos, Trias aprovechó la tesitura para hurgar en la herida y remarcar la "grave crisis" que, a su juicio, padece el ejecutivo municipal. "Clos es incapaz de gobernar la ciudad y a su propio equipo de gobierno", dijo.
Sobre la paradoja que podría producirse si las ordenanzas fueran aprobadas por los socialistas junto con los votos de los concejales de la oposición, Trias se limitó a señalar que CiU "estará al lado del alcalde" si las ordenanzas son "claras y aplicables". Más explícito aún fue el presidente del PP en el consistorio, Alberto Fernández Díaz. "No dejaré solo al alcalde Clos", expresó el edil popular, quien acusó a Mayol de tener "mucha jeta" por expresar sus reticencias sobre las ordenanzas. La reacción de ICV no se hizo esperar y su concejal Ricard Gomà afirmó que no debe confundirse "lealtad" con "sumisión".
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