Intolerables símbolos

"El nuevo monumento levantado en la rotonda de la M-405 es una réplica del que existía en la plaza Mayor". Esta glorieta, citada en la revista municipal del Ayuntamiento de Griñón octubre-noviembre, preside la entrada más importante a esta localidad.

Como símbolo de modernidad y hospitalidad, el actual Consistorio ha decidido que lo primero que vean sus conciudadanos y visitantes sea la reproducción del monumento franquista que, hasta hace nada, poseía el gran honor de gobernar la plaza Mayor del pueblo. Este bloque de cemento simbolizaba el agradecimiento de la antigua España "grande y libre" a sus caídos durante la Guerra Civil, y en su fachada podían leerse las poéticas palabras de alabanza al caudillo: "Franco, Franco, Franco".

Me insulta y resulta tremendamente ofensivo que tras 25 años de democracia siga imponiéndose la política de los vencedores, pero lo que más me preocupa es que nuestros hijos hereden una memoria histórica tan injusta como la que hoy transmiten los gobernantes de esta localidad.

Ahora que está tan en boga el Estatuto catalán, que propios y extraños no cesan de preguntarse por la constitucionalidad del texto, yo cuestionaría al gobierno municipal sobre este asunto: ¿cabe en la Carta Magna su proyecto de ensalzamiento a un régimen antidemocrático genocida? Exijamos a los políticos que cesen con las obras de esta humillante ofensa para los que defendemos la libertad en este país.