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Reportaje:

Sin pescado y sin 'ferry'

Los pescadores valencianos intensifican sus protestas y agravan los problemas de circulación de mercancías y pasajeros

"El crucero de nuestras vidas". Así se referían ayer con ironía M.J.F. y M.C.B., dos jóvenes valencianas, al viaje en barco que tendrían que haber iniciado el lunes por el Mediterráneo a bordo del Voyager, de Iberojet. El buque quedó atracado en el puerto de Valencia afectado por el bloqueo que los pescadores iniciaron el lunes para pedir ayudas por la subida del gasóleo. Fuentes portuarias explicaron ayer que la compañía negociaba la suspensión del crucero. La protesta pesquera afectó a dos barcos de viajeros (Trasmediterránea también canceló el previsto para anoche) y a 28 de mercancías en Valencia. A estos se sumarían tres buques en Gandia y la misma cifra en Sagunto, donde ayer se inició el bloqueo.

La preocupación era evidente. Rafael Aznar, presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, hizo "una llamada a la racionalidad" y a "reconducir" la situación. También la patronal CEV pidió negociación para que la crisis no se traslade a otros sectores.

Los efectos del bloqueo se suman a la huelga que se desarrolla desde el lunes de la semana pasada y se hicieron notar. En Valencia, por ejemplo, algunas pescaderías bajaron la persiana. Una situación que se hacía patente en el Mercado Central, donde algunos de los puestos estaban cerrados. Menos venta y menos público.

El puerto de Alicante también vivió ayer su segundo día de bloqueo. La movilización, la mayoría de los barcos pertenecían a Santa Pola, impidió la entrada de cuatro buques de mercancías y la salida de otras tantas embarcaciones. Entre ellos, el ferry Santa Cruz de Tenerife de Trasmediterránea que cubre la línea Alicante-Orán. Por motivos de seguridad, la Generalitat ordenó el cierre del puerto de Dénia franqueado por más de una veintena de pesqueros y Baleària suspendió la línea con Mallorca.

Domingo López, capitán marítimo del Puerto de Alicante, adelantó que el organismo "está pendiente" de cursar las sanciones a los patronos de barcos que participan en la protesta.

El efecto sobre la venta en Alicante fue mayor. Todas las pescaderías de los mercados municipales estuvieron cerradas por falta de suministro, aunque el presidente de Mercados Municipales, Domingo Martínez, dijo que el 80% ya lo estaba por la huelga.

La jornada transcurrió salpicada de incidentes, sin mayor trascendencia. La mayoría de las localidades pesqueras registraron piquetes informativos, esencialmente en supermercados y grandes superficies. En Xàbia, la Guardia Civil impidió que varios pescadores arrojaran al suelo la mercancía en el mercado municipal. En Alicante, 150 pescadores trataron de impedir en la lonja la entrada de un camión con pescado de Vigo. 2.500 kilos acabaron en el suelo. Y en Dénia, una veintena de pescadores rociaron con gasolina el género de un supermercado.

Los puestos de pescadería de los mercados, supermercados e hipermercados de Castellón estuvieron ayer vacíos de pescado fresco. En el Mercado Central, las paradas recibieron la recomendación, de pescadores y ayuntamiento, de mantener cerrado ante posibles piquetes. Según algunos usuarios, estos piquetes llegaron a lanzar al suelo el producto que, a primera hora, ofrecían algunos súper.

El bloqueo en el puerto de Castellón se mantuvo por mar y tierra. El total de buques afectados ayer ascendía a seis, entre ellos dos petroleros y un barco con 2.500 toneladas de cítricos para EE UU. Por su parte, el Ayuntamiento de Castellón ha montado un dispositivo urgente, que no movilizó en otras protestas, para agilizar ayudas de Servicios Sociales que pueden pedir los pescadores.

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