Interior busca que el diseño de las comisarías transmita transparencia y modernidad

Hasta hace poco era fácil distinguir las comisarías de los Mossos d'Esquadra porque casi todas compartían el mismo diseño moderno estándar con elementos prefabricados en los que predominaban los colores azul y rojo. Este sistema cambia en Barcelona, donde 7 de las 10 comisarías de los Mossos se adjudicaron por concurso a conocidos equipos de arquitectura -entre ellos Bohigas, Benedito y Terrades- con el objetivo, explicó ayer la consejera de Interior, Montserrat Tura, de que su diseño más transparente y luminoso -abundan las superficies acristaladas y los patios de luces- refleje una nueva manera de entender la función de estos equipamientos policiales. "La arquitectura de la seguridad no tiene por qué ser la de la dureza", indicó Tura, para quien los edificios públicos tienen la obligación de colaborar a regenerar el tejido urbano y aportar calidad a la zona en la que se ubican.

"Nuestro modelo no pasa por repetir el mismo tipo de edificio sin tener en cuenta el entorno, aunque no renunciamos, si el calendario aprieta, a recurrir de nuevo a los elementos prefabricados industriales cuando haga falta. Pero el objetivo, y no sólo en Barcelona, es realizar una apuesta por una arquitectura valiente y de nuestro tiempo que mejore el entorno urbano y refleje otra imagen de la policía", indicó Tura, que señaló que tanto el ciudadano que se ve obligado a utilizar estos equipamientos como los funcionarios que trabajan en ellos contarán con un ambiente más agradable y luminoso. El programa de funcionamiento es distinto al de un edificio administrativo normal ya que en éstos, por ejemplo, se precisan celdas. "En ellas la prioridad es evitar elementos que faciliten que el preso pueda autolesionarse, por lo que incluso el tamaño está pensado para que no pueda tomar carrerilla y golpearse contra las paredes", comentó Tura.El inminente despliegue de los Mossos en Barcelona, el próximo 1 de noviembre, ha obligado a acelerar unas obras que se iniciaron además con el tiempo muy justo. De hecho, inicialmente sólo tenía que haber cuatro comisarías en la capital catalana, pero en enero de 2004 se decidió que era mejor disponer de una por distrito, por lo que serán 10 las comisarías de la policía autonómica en la ciudad. De ellas, tres se han comprado al Ministerio del Interior -las situadas en Nou de la Rambla (Ciutat Vella), la calle de Iradier (Nou Barris) y de Aiguablava (Sarrià-Sant Gervasi)-. Las otras siete son de nueva construcción. Están prácticamente acabadas las comisarías de Travessera de les Corts (Les Corts), en la que se situará también la jefatura, con diseño de Josep Benedito y Agustí Mateos y que ha costado unos 19,9 millones de euros, y la de la avenida del Hospital Militar (Gràcia), de Humbert Costas Tordera y con un coste de 3,7 millones.

En octubre se acabará la comisaría de la calle de Ulldecona (Sants-Montjuïc), de Artigues i Sanabria, que cuenta con un presupuesto de 7,4 millones de euros. En junio de 2006 finalizarán las obras de la comisaría del paseo de Torres i Bages (Sant Andreu), de Josep Benedito, que habrá costado 9,3 millones, y en agosto la de la calle de Marina (Horta-Guinardó), de Esteve i Robert Terrades, que cuenta con un presupuesto de 7,9 millones. A lo largo de 2007 se prevé que entre en funcionamiento la comisaría de la calle de Badajoz (Sant Martí), realizada por Fahe Consulting y con un coste de casi siete millones de euros, y también en 2007, en enero, la comisaría de la plaza de Espanya, que realiza el equipo Martorell-Bohigas-Mackay y que aún no tiene presupuesto ya que está aún en fase de adjudicación de las obras.

Esta última, que constará de dos torres de distinta altura alienadas respectivamente con el Paral.lel y la Gran Via, incorporará placas fotovoltaicas en la fachada, ya que todos estos edificios incorporan sistemas de energías alernativa. En la fachada del vestíbulo que unirá las dos torres se prevé situar unas grandes letras con la cita de un escritor o filósofo, aún por decidir, relacionada con el civismo.