Marruecos repatría a Malí a 49 de los 73 subsaharianos devueltos por España

Marruecos deportó ayer a Malí en un avión militar a 49 ciudadanos de ese país devueltos por España el pasado 6 de octubre después de que saltaran la valla de Melilla. Dos de los expulsados habían pedido asilo político a Rabat, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que calificó el hecho de "grave incumplimiento de la Convención de Ginebra". Los otros 24, de siete nacionalidades y entre los que hay cuatro refugiados, viajaban ayer en autobús hacia la base militar de Berden, al sur del país.

Los 73 inmigrantes devueltos por España a Marruecos el 6 de octubre permanecía retenidos en un centro de Tánger. Las autoridades marroquíes los dividieron en dos grupos: por un lado los 49 malienses y por otro, 24 de siete nacionalidades (nueve de Guinea Bissau, cuatro de Guinea Conakry, cuatro de Costa de Marfil, etcétera), según confirmaron fuentes oficiales. En el contingente se encontraban al menos seis demandantes de asilo en Marruecos -dos malienses y cuatro de Costa de Marfil- que, según ACNUR, denunciaron que el Gobierno no les permitió presentar su solicitud en España antes de su devolución. Interior asegura que ninguno de ellos lo pidió a los agentes.

Para protestar por su devolución a Marruecos, los 73 subsaharianos iniciaron el martes una huelga de hambre que concluyó el viernes cuando recibieron la visita de funcionarios marroquíes que les anunciaron que en breve tendrían "buenas noticias", según explicó uno de ellos.

Cada uno de los grupos fue introducido en un autobús en la tarde del sábado sin que se les revelara su destino, según señaló Philip, uno de los malienses desde su vehículo. Él y sus compatriotas fueron conducidos a la base aérea de Kenitra, 40 kilómetros al norte de Rabat, desde donde a las dos de la madrugada (medianoche en la Península) partieron en un avión militar hacia Bamako. Varios de los africanos contactaron con SOS Racismo y confirmaron que se encontraban en la capital de Malí.

El segundo autobús con los otros 24 inmigrantes tomó rumbo sur. Los subsaharianos avisaron a media tarde con sus móviles que habían pasado Agadir. Fuentes oficiales marroquíes confirmaron que los trasladaban a la base militar de Berden, cerca de Guelmine. Allí y en Tawima, un acuartelamiento cerca de Nador, hay unos mil subsaharianos, según estimaciones de varias ONG, que Rabat no ha podido repatriar al no haber logrado un acuerdo con sus países de origen.

La Oficina de Información Diplomática comunicó ayer que no tenía constancia de esos traslados. A diferencia de las anteriores repatriaciones por vía aérea, el Ministerio del Interior marroquí no dio ninguna publicidad a la que se llevó a cabo desde Kenitra. Una fuente de ese ministerio explicó que se actuó con discreción para no causar problemas a las autoridades españolas criticadas por algunas ONG por haber devuelto a los 73 subsaharianos.

Entre los 49 repatriados malienses se cuentan dos de los seis demandantes de asilo Su traslado a Bamako constituye "un grave incumplimiento de la Convención de Ginebra", afirmó el máximo representante de ACNUR en España, Carlos Bobbio. "Hemos constatado que en todos los grupos de detenidos en las pasadas semanas se encontraban decenas de solicitantes de asilo", añadió el dirigente de la organización.

ACNUR envió a Rabat hace dos semanas una misión de alto nivel para investigar el trato recibido por los demandantes de asilo, pero el Gobierno marroquí impidió a sus tres miembros la entrada a los campamentos militares donde están retenidos. La oficina marroquí de ACNUR mantiene contactos con el ministerio de Asuntos Exteriores de ese país para desbloquear la situación. "Nos han mostrado cierto interés en colaborar", aseguró Bobbio, que cree que no se podrá hacer nada con los ya repatriados y espera que Marruecos impida nuevas deportaciones.

Diversas ONG han recurrido en un juzgado de Melilla la devolución extraordinaria de los 73 subsaharianos y solicitaron el retorno inmediato de los africanos a España en tanto no exista resolución firme.