Una buena dosis de lectura y otro tanto de memoria visual
Los niños que cometen menos faltas de ortografías son aquellos que más libros leen. Muchos expertos siempre insisten en esta idea. "Parece que hay una relación directa entre un mayor gusto por la lectura y un mayor cuidado por la expresión en general y por la forma. Lo ortográfico tiene mucho de imagen", señala Teodoro Álvarez, profesor de Didáctica de la Lengua Española de la Universidad Complutense de Madrid.
El autor del estudio sobre faltas de ortografía entre alumnos de último curso de primaria, el inspector Jesús Mesanza, no está, en cambio, de acuerdo con esta afirmación: "La destreza con la ortografía depende más de otros factores. Por ejemplo, de la memoria. Por muchos libros que lea un alumno, si tiene mala memoria visual, seguirá cometiendo errores ortográficos cuando tenga que escribir".
Aun así, señala: "Los dictados han de ser el último ejercicio de una clase de ortografía. Éstos son sólo una manera de evaluar, pero no de enseñar. Es como enseñar matemáticas sólo con problemas, sin haber explicado antes la teoría. Se trata de que, previamente, los alumnos lean, observen los textos, busquen el significado y las raíces de cada una de las palabras".
Organizar los textos
Otros expertos subrayan que más que el número de faltas de ortografía que se cometan, lo fundamental de la expresión es que haya coherencia en lo que un alumno escribe. "¿Cuál es el objeto del escrito?, ¿cómo lo va a hacer?, ¿cómo lo organizará? Esto es lo que verdaderamente importa", señala la coordinadora de Programas de Innovación de Primaria de la Consejería de Educación de la Comunidad Valenciana, Pilar Pérez. "Las faltas de ortografía son muy importantes, pero no han de ser el objeto de aprendizaje de la Lengua. La ortografía ha de estar al servicio de las competencias comunicativas, pero nunca al revés", señala esta experta.
En cualquier caso, la función de la ortografía tiene que ser la de ayudar al texto escrito a que tenga rigor y coherencia. "No es sólo una cuestión cuantitativa sobre las faltas que se cometen. Habría que considerar la ortografía desde la corrección de la expresión en su conjunto. Un texto que esté correctamente escrito facilita su comprensión", señala Teodoro Álvarez. Y añade: "Hay una perversión en el sistema. Se ha considerado la ortografía como algo externo a la actividad comunicativa cuando no debería ser así". "Hay que encontrar un justo equilibrio entre la forma y el contenido", añade este profesor. "Ha de ser una enseñanza integrada en la actividad comunicativa".
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