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Los mercadillos venden aves pese a la directiva europea que lo prohíbe por la gripe aviar

La orden se obvia en la plaza Redonda de Valencia y en otros puntos de venta callejera

La directiva europea que prohíbe el comercio de aves en espacios públicos, dictada con urgencia el sábado como medida preventiva a la propagación de la gripe aviar en el territorio de la UE, pasó ayer desapercibida en los mercadillos domingueros valencianos, como la Plaza Redonda de Valencia. Los establecimientos con autorización para vender animales dieron ayer un toque de atención: "Los tontos que cumplimos las leyes y pasamos todos los controles sanitarios estamos hartos de soportar tanto fraude", denunció ayer Alfonso Beleña, presidente este colectivo.

En la Plaza Redonda de Valencia no se vendieron ayer ni más ni menos aves que el domingo pasado o el anterior. Ni la sentencia de enero de este año que prohíbe el comercio de animales en ese espacio público, ni la directiva comunitaria dictada con urgencia el sábado para evitar la propagación de la gripe aviar, que igualmente pone coto a la exhibición y venta de aves en lugares públicos, han afectado al comercio irregular en las decenas de mercadillos domingueros del territorio valenciano.

El presidente de la asociación de establecimientos autorizados para la venta de animales de la Comunidad Valenciana, Alfonso Beleña, dio ayer un toque de atención al Ayuntamiento de Valencia y, en concreto, a la Concejalía de Sanidad: "No está cumpliendo la sentencia de enero que le obliga a impedir la venta de animales".

Pero para más inri, dice Beleña, se incumplen las leyes de cabo a rabo, porque la Ley 4/94 de Protección de Animales de la Gereneralitat Valenciana prohíbe la venta ambulante de animales. Según estimaciones de los vendedores autorizados, sólo el 10% de los animales que se venden en el territorio valenciano han pasado los controles sanitarios legales. El 90%, según Beleña, se comercializa sin ningún control a través de anucios calisificados en los periódicos, Internet, mercadillos y criaderos ilegales.

La ley valenciana prohíbe expresamente la venta ambulante e indica que los establecimientos dedicados a la cría o venta de animales de compañía deberán tener buenas condiciones higiénico-sanitarias adecuadas a las necesidades fisiológicas y etológicas de los animales que alberguen. Dispondrán de comida suficiente y sana, agua, lugares para dormir y contarán con personal capacitado para su cuidado. Dispondrán de instalaciones adecuadas para evitar el contagio en los casos de enfermedad o para guardar, en su caso, periodos de cuarentena.

Deberán vender los animales desparasitados y libres de toda enfermedad, acreditado con certificado veterinario. La ley añade que se prohíbe la cría y comercialización de animales sin las licencias y permisos correspondientes, así como la venta en las calles y en lugares no autorizados.

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