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Estrellas del Mediterráneo o Richard Gere

Lluís Fernández fue director del certamen desde 1991 hasta 2000. Tras una década de Gobierno socialista, el Partido Popular cumplía su primer año al frente del Consistorio municipal y contrató a Fernández para aportar su visión cosmopolita y dar un giro al certamen. Encontró "un festival en decadencia", según su opinión, después que "con los últimos años de los socialistas en la alcaldía la Mostra pasara por muchas dificultades", como corrobora Garcés. Fernández dimitió tras la edición de 2000 y, desde entonces, no ha querido manifestarse sobre su gestión al frente del certamen. "He permanecido al margen porque no he vuelto a interesarme por la Mostra", dice antes de explicar que, en la actualidad, la Mostra se ha convertido en "nada, porque donde no hay nada no se puede decir nada". Su gestión, la más longeva de un director al frente del certamen, fue criticada desde diversos estamentos por haber desvirtuado el concepto inicial de festival mediterráneo, una acusación que a Fernández le parece "muy aburrida, porque ¿qué significa cine del mediterráneo?, en los estatutos indica que la referencia mediterránea se limitaba a la sección oficial y eso ya estaba en la época de Morera". Aún así, durante los años en que dirigió el festival, Fernández trajo a Valencia a cineastas como Marco Ferreri, Juan Antonio Bardem, Carlos Saura, a actores como Catherine Deneuve, Gina Lollobrigida, Lucía Bosé, María Félix, Sofia Loren, Alain Delon, Christopher Lambert y Claudia Cardinale y organizó ciclos sobre Luchino Visconti, Pier Paolo Pasolini o Luis Buñuel. "Traer estrellas internacionales lo hacen todos los festivales; y todos pagan, en dinero contante y sonante o en gastos desorbitados", dice Fernández para apostillar: "Desde la alcaldía siempre han apostado por que viniera gente relacionada con el Mediterráneo o Richard Gere, pero, evidentemente, Gere no estaba a nuestro alcance".

Lluís Fernández cree que las razones del fracaso de la Mostra son muy variadas. "Los festivales han de hacerse en ciudades medianas, donde haya pocos cines y el público no tenga facilidad para ver películas no comerciales regularmente, y Valencia es demasiado grande para ello", señala. Más allá de esa singularidad demográfica, el que fuera director del certamen durante un decenio apunta a razones burocráticas, y "que no hay profesionales trabajando en ella y, los que hay, están mal pagados", para justificar la mala gestión, algo de lo que también se quejan otros responsables del festival. Y apunta como principal responsable "a la concejal de cultura

pues desde que está ella en el cargo, la Mostra cada vez ha ido a menos".

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