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Granada acoge un debate sobre la relación entre el Estado y la Iglesia

Gregorio Peces-Barba, Andrés Ollero, Dionisio Llamazares y Rafael Navarro Valls participaron ayer en la mesa redonda sobre la relación Iglesia y Estado en la sociedad democrática, un debate organizado por la Cátedra Fernando de los Ríos de la Universidad de Granada y en el que los expertos analizaron el laicismo.

El Rector de la Universidad Carlos III de Madrid y ex responsable del alto comisionado para el apoyo a las víctimas del terrorismo, Gregorio Peces-Barca, analizó el proceso histórico que ha propiciado la actual situación. El jurista dijo que "la Iglesia hace que la relación con el Estado no sea fácil", ya que "la laicidad es consecuencia de la aplicación de la Constitución".

A continuación, Rafael Navarro-Valls, Catedrático de Derecho Eclesiástico de la Universidad Complutense de Madrid, dijo que en la actualidad existen dos grandes peligros. Por un lado el laicismo, que considera como una perversión de la laicidad, y por otro el fundamentalismo, que sería una perversión similar de la religión. "Los protagonistas del fundamentalismo necesitan lapidar a alguien cada día, mientras que los laicistas piensan que los ciudadanos con ciertas convicciones son leprosos políticos", añadió. Navarro-Valls opinó que se debe de superar cuanto antes "la guerra fría que están imponiendo los fanáticos de la cultura sin religión y los extremistas".

Libertad ideológica

Una línea similar mantuvo Andrés Ollero, Catedrático de Filosofía del Derecho y ex diputado popular, quien afirmó: "El artículo 16 de la Constitución empareja la libertad ideológica con la religiosa, por lo que no entiendo que se le dé un tratamiento distinto". Peces-Barba afirmó que fue Manuel Fraga quien propuso el término libertad ideológica, con el objetivo de "proteger a los masones que se quedaban fuera de la libertad religiosa o de culto".

En España hay un consenso bastante razonable en el ámbito público sobre las religiones, lo que propicia que el alcalde de Sevilla, pese a ser agnóstico, vaya a más procesiones que un cardenal", añadió Ollero.

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Dionisio Llamazares, Catedrático de Derecho Eclesiástico, dedicó su exposición a contestar a Ollero. "Si me atengo al Tribunal Constitucional, vivimos en un estado laico, lo que provoca que la Iglesia católica no pueda ser equiparable a ninguna institución pública y que los intereses religiosos no puedan interferir en los parámetros de gobierno".

Llamazares también criticó la financiación de la docencia religiosa. "Se paga la enseñanza religiosa con fondos públicos pero el Estado no puede asegurar el estatuto de los trabajadores de estos profesores", afirmó. Navarro-Valls se mostró contrario a una legislación unilateral ya que el Estado se convertiría en "legislador sociológico".

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