Pakistán eleva a 48.000 la cifra de muertos por el terremoto

El Gobierno de Pakistán reconoció ayer que al menos 48.000 personas perdieron la vida a consecuencia del terremoto de magnitud 7,6 en la escala Richter que el día 8 sacudió el noreste del país. Las autoridades de la Cachemira paquistaní, la región más afectada, indicaron el domingo que sólo en su área habían muerto 40.000 personas, lo que elevaría la cifra total -incluyendo las víctimas mortales de la Provincia Fronteriza del Noroeste- a 54.000, pero el presidente, Pervez Musharraf, siempre se manifestó muy cauto en cuanto a los números y oficialmente sólo se reconocían 39.000 muertes.

La tierra no ha dejado de temblar desde el día de la tragedia, pero las dos fuertes réplicas que se produjeron durante la noche y la mañana de ayer provocaron nuevos desprendimientos de piedras, que bloquearon muchas de las carreteras que tras días de esfuerzo había abierto el Ejército. "Hemos cancelado por esta jornada las operaciones de distribución de ayuda debido a las avalanchas", dijo Roger Persichino, director de emergencias de la ONG Acción contra el Hambre.

Los 500 militares de la Fuerza de Reacción Rápida (NFR) -300 de ellos españoles-, que la OTAN tiene previsto enviar a Pakistán en los próximos días, pertenecen principalmente al destacamento de ingenieros y vendrán con maquinaria pesada para ayudar en el restablecimiento y mejora de la red de carreteras del área afectada por las sacudidas telúricas.

Persichino indicó que la situación es muy grave. "Incluso sin nuevos terremotos no sé si llegaremos a tiempo de socorrer a la población de las zonas remotas", subrayó al insistir en la urgencia de repartir cuanto antes tiendas y mantas a los supervivientes que permanecen aislados en las montañas, sin un lugar donde guarecerse de las heladas que comienzan a registrarse en esa región, situada en las faldas del Hindu Kush.

Valles y aldeas

"Necesitamos una red de carreteras que funcione y camiones circulando las 24 horas del día", declaró Robert Holden, jefe de la operación de la ONU en Muzaffarabad, capital de la Cachemira paquistaní. Medio centenar de helicópteros de diversos países trasladan la ayuda a las ciudades y los valles, pero las aldeas y los caseríos sólo se alcanzan a pie, en burro o en mula.

Según la ONU, para ser eficaces en la tremenda labor de socorrer a más de dos millones de personas sin vivienda se precisa "coordinación". Persichino, sin embargo, indicó que en momentos tan dramáticos "no hay más que ponerse en camino" para llegar cuanto antes a los necesitados.

Los continuos seísmos agravan el miedo y el trauma que padecen cientos de miles de personas que han perdido a familiares y amigos, se han quedado sin casa o han resultado heridos. El psiquiatra Mian Iftijar Husain, presidente de la Sociedad de Promoción de Salud y Bienestar, ha pedido a todos sus homólogos paquistaníes que acudan a prestar apoyo psicológico urgente a los afectados.