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El fiscal estrecha el cerco a la Casa Blanca por la filtración del nombre de una espía

El fiscal independiente Patrick Fitzgerald anunciará en los próximos días si procesa a algún alto cargo de la Casa Blanca por el escándalo de la filtración a la prensa del nombre de la agente de la CIA Valerie Plame. Fitzgerald ultima los detalles de una investigación que preocupa enormemente a la Administración de George W. Bush.

En concreto, Fitzgerald trata de averiguar si alguien en la Casa Blanca conspiró contra el esposo de la agente, el diplomático Joe Wilson, que había denunciado las manipulaciones del Gobierno de Washington sobre las armas de destrucción masiva de Sadam Husein. En el punto de mira del fiscal están Lewis Libby, jefe de Gabinete de la vicepresidencia, y Carl Rove, asesor del presidente Bush.

Páginas 2 y 3

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