La licitación de obras públicas ha aumentado este año el 30%
Generalitat y municipios compensan el parón del Gobierno central
Las cosas en el sector de las obras públicas catalanas funcionan relativamente bien. En los nueve primeros meses del año, las licitaciones han aumentado el 30,7% en comparación con el mismo periodo de 2004. Y eso que el Gobierno central ha levantado el pie del acelerador y ha licitado menos. Pero la actuación de las administraciones locales y de la autonómica compensan el frenazo de la central.
Los datos hechos públicos ayer por la Cámara de Contratistas de Cataluña, organización que agrupa a la mayoría de los constructores que trabajan con las administraciones públicas, confirman las tendencias apuntadas en los últimos meses. El Gobierno catalán ha licitado obras por un importe el 47% superior al del año pasado, y las licitaciones de las administraciones locales han subido el 49,8%. Las de la Administración central, en cambio, han registrado un descenso del 0,7%, que sería del 5,9% si se descontara el incremento de los costes (fue del 5,5%, según la cámara).
Por volumen inversor, la Administración autonómica se sitúa claramente en primer lugar. Hasta septiembre, había sacado a concurso obras cuyo importe suma 1.477 millones de euros, frente a los 1.005 millones del año pasado.
Las administraciones locales, que el pasado año, con 736 millones de euros licitados, ocupaban el tercer lugar, pasan ahora al segundo, al sumar 1.103 millones.
La Administración central queda en último lugar. Sus licitaciones ascienden a 959 millones de euros, frente a los 966 millones de 2004.
Las cifras confirman, explicó ayer el presidente de la Cámara de Contratistas, Rafael Romero, el compromiso del Gobierno catalán. El consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, recibió en mayo diversas quejas de los contratistas, que sostenían que se había producido un parón inversor que afectaba gravemente tanto a la cartera de pedidos de las empresas como a las perspectivas de desarrollo de la economía catalana. Nadal se comprometió a llegar a finales de año con una licitación que rondara el total del presupuesto, y a finales de septiembre había cubierto el 65% de lo previsto. En cambio, el Ministerio de Fomento apenas había licitado el 31% de su presupuesto para Cataluña, según datos de la propia cámara.
Las cifras no admiten, sin embargo, comparación con lo ocurrido en 2003, un año electoral en el que el Gobierno de CiU licitó obras por un importe superior a 3.000 millones de euros, es decir, el triple que en 2002 y más que en los años 2000, 2001 y 2002 juntos.
Las inversiones municipales, en cambio, siguen los ciclos electorales. Los dos primeros años tras la formación del consistorio son de programación, elaboración de proyectos y tramitación de los expedientes, cuya licitación y adjudicación se acumula en los dos últimos años de mandato, no para hacer coincidir las inauguraciones con los comicios, como recela el imaginario popular, sino por los plazos exigidos por el proceso de adjudicación de obras públicas.
La parte del león sigue siendo la correspondiente a la denominada obra civil, que coincide, en líneas generales, con infraestructuras: carreteras, puentes, túneles, ferrocarriles, metros, etcétera. El resto del paquete lo forma la edificación: hospitales, cuarteles, escuelas y otros servicios. Este bloque acostumbra a acumular siempre un importe menor, pero en lo que va de año ha experimentado un incremento notable. En 2004, apenas representó poco más de un tercio frente a la obra civil (619 millones y por 1.506 millones, respectivamente). En lo que va de año, la edificación suma 1.109 millones frente a los 1.524 millones de la obra civil. Esto equivale a un aumento de las obras en edificios del 79%.
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