Los distritos de Sevilla tendrán más controles para evitar irregularidades

El Ayuntamiento de Sevilla aprobará mañana el nuevo reglamento de las juntas municipales de los distritos, que aumenta los mecanismos de control para evitar las irregularidades administrativas detectadas a raíz de la aparición de dos facturas falsas en el distrito Macarena. La nueva norma responsabiliza al pleno de los distritos de la fiscalización de las cuentas y obliga a que la secretaría general recaiga en un funcionario y no en un cargo de confianza, como ocurría hasta ahora.

La comisión de investigación que se celebró entre mayo y junio pasados después de que se detectaran irregularidades en varios distritos de Sevilla concluyó que las deficiencias de funcionamiento de los distritos propiciaron malas prácticas "generalizadas" . Las conclusiones de la comisión instaron a modificar la estructura de los distritos, para lo que era necesario aprobar un nuevo reglamento de las juntas municipales. Según la delegada municipal de Participación Ciudadana, Paula Garvín (IU), con el texto que aprobará mañana el pleno será "difícil" que se repitan casos como el de las facturas falsas.

"Se han puesto todos los mecanismos para que esas situaciones no vuelvan a producirse", aseguró Garvin. El reglamento definitivo asume parte de las enmiendas que presentaron los dos grupos de la oposición, PP y PA, al texto provisional aprobado en el pleno de julio. Una de las principales novedades de la norma es que distribuye las competencias que le corresponden a cada órgano de los distritos, mientras que en el texto anterior todas recaían en el concejal.

El texto vigente ni siquiera concretaba, según Garvín, a quién le correspondía controlar las cuentas anuales. El nuevo reglamento deja claro que esa función recae en el pleno del distrito, entre cuyas atribuciones también estarán la de fiscalizar los órganos de gobierno, establecer los criterios para la convocatoria anual de subvenciones o proponer la plantilla de la junta municipal.

El nuevo reglamento establece también que la secretaría general del distrito debe recaer en un funcionario de la administración general designado por el secretario del Ayuntamiento. Hasta ahora, el secretario del distrito era un cargo de confianza del concejal que presidiera el distrito en cuestión. En el texto que se aprobará mañana, ese cargo de confianza se llamará director del distrito y no tendrá competencias para fiscalizar las cuentas. Entre sus atribuciones estarán la de sustituir al concejal cuando éste no esté.

El reglamento entrará en vigor el 1 de enero de 2006 y la nueva estructura orgánica que establece se repetirá en los 11 distritos que tendrá la capital a partir del año que viene (actualmente son seis). La base será el consejo de participación, compuesto por 11 miembros (cuatro representantes de asociaciones vecinales, dos de las Ampas, uno de asociaciones de mujeres y cuatro de colectivos diversos). Este órgano se reunirá trimestralmente para analizar y cuestionar las políticas municipales en ese distrito. "Será el organismo en el que se piense y se debata lo que interesa a Sevilla, pero partido en 11 trozos", explicó Garvín.

De este consejo de participación saldrán los 11 representantes sociales que, junto a 11 políticos, compondrán el pleno del distrito. El nuevo reglamento dispone que el pleno tendrá 22 miembros que se elegirán de forma paritaria entre políticos y fuerzas sociales.