La desconfianza en el futuro

La segunda jornada de competición en la sección oficial de la Mostra estuvo dominada por un tema recurrente: la desconfianza de una sociedad tras los cambios políticos. Ese es, en general, el tema que abordan la eslovena Predmestje, de Vinko Möderndorfer, y la argelina Viva l'Aldjerie, de Nadir Moknèche, dos buenas muestras de cine comprometido con su tiempo aunque bajo ópticas diferentes.

El caso de Predmestje es el más singular. Parece, en su arranque, un filme coral sobre la difícil supervivencia de cuatro amigos de mediana edad en un suburbio de Ljubljana, pero, en su transcurso, la cinta de Möderndorfer va transformándose en un relato casi de terror, en el que afloran los comportamientos más rastreros del género humano, como si su creador sembrara el camino de pistas para anunciarnos que, detrás de cualquier ciudadano normal y corriente, hay un asesino racista y depravado en potencia. Película coral, Predmestje desciende a los infiernos del alma humana para trazar retratos, en ocasiones incompletos, sobre determinados tics sociales que sólo salen a la luz bajo el amparo de la amistad mal entendida y describe un panorama desolador, lleno de odios irracionales, fantasías en la mente de perturbados y comportamientos violentos, acerca del cambio social.

Tampoco es muy halagüeño el fresco que pinta Nadir Moknèche en Viva l'Aldjerie. Aquí el punto de vista lo asume el trío de protagonistas femeninas (extraordinarias en especial la belga Lubna Azabal y la argelina Biyouna) para ofrecer una mirada descarnada sobre las contradicciones de la sociedad argelina. Una sociedad que, según explicó el director, "evoluciona después de diez años de guerra de guerrillas". Un ejemplo de ello son las escenas de desnudos, "impensables hace un decenio en un país que tapa con un velo el rostro de la mujer", según Moknèche. Más allá de anécdotas carnales y de una narración llena de altibajos rítmicos, Viva l'Aldjerie se erige como un filme valiente e imprescindible para conocer "las ganas de vivir de un país después de una situación bélica", como señaló la argelina Nadia Kaci, que completa el terceto de extraordinarias actrices que sustentan la película.