_
_
_
_

Miraflores se queda sin agua por cuarta vez en 12 días

Esther Sánchez

Unos 1.000 vecinos de Miraflores de la Sierra (5.200 habitantes) volvieron a sufrir ayer un corte de agua durante casi todo el día. Las viviendas afectadas han soportado desde el pasado 2 de octubre cuatro paradas en el suministro, sin previo aviso. Este último parón se debe a una avería en una válvula de un tanque ubicado en el pueblo limítrofe de Soto del Real, desde donde el Canal de Isabel II bombea agua al pueblo.

El alcalde, el socialista Francisco José Esteban, culpa de la situación al Canal y afirma no saber si le están "diciendo la verdad o no, porque cada día nos encontramos con una incidencia nueva". "Existe una avería en una válvula del depósito que estamos utilizando para traer agua a Miraflores. La rotura nos impide abrirla del todo y bombear agua de forma continua al pueblo", explican fuentes del Canal. La presa de la que se abastece el municipio se quedó sin agua el pasado 2 de octubre debido a la sequía sin que el Ayuntamiento avisara a los vecinos.

Desde entonces el suministro se ha ido restableciendo paulatinamente, por medio de camiones cisterna y una tubería de seis kilómetros que traslada el agua desde las obras del AVE, en Soto del Real. Sin embargo, las zonas del pueblo que dependen del tanque de La Peirilla continúan padeciendo cortes repentinos. Son las urbanizaciones de Cantagallos, El Encinar, Peralejo y Sol y Campo. El agua que llega a las casas no es apta para el consumo.

El problema se encuentra en que el contenedor de La Peirilla se construyó en un lugar de difícil acceso, al que no llegan los camiones cisterna que están abasteciendo otros depósitos. El alcalde pidió ayuda al Ejército. Sin embargo, no fue necesaria, porque el Canal inauguró una tubería el 7 de octubre, que traslada agua desde Soto hasta uno de los cuatro depósitos del pueblo (La Lobera).

El Canal instaló, además, otras tuberías de plástico que parten desde La Lobera hasta los otros depósitos. "Con estas infraestructuras se suponía que la situación se normalizaría, porque el agua se iba a bombear a todos los depósitos. Pero ahora el Canal no nos bombea agua 24 horas, sino a intervalos de 4 o 5 horas, con lo que los depósitos no se recuperan suficientemente", explica el alcalde.

Los vecinos intentan adaptarse a la falta de agua. Uno de ellos explica: "Mi familia y yo nos hemos hecho a la idea de que estamos de cámping. Calentamos agua, la mezclamos con otra limpia y nos la echamos por encima".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_