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La derecha gana en Portugal en 12 de las 18 capitales de provincia

Una caída informática retrasa 24 horas la difusión del resultado

Portugal analizaba ayer los resultados de las municipales del domingo entre críticas al Gobierno por el desplome, causado, según el Ejecutivo, por el "exceso de visitas" de la página web oficial de las elecciones, que impidió conocer los resultados hasta anoche. La derecha logra mantener sus resultados de hace cuatro años, conquista de nuevo Lisboa, Oporto y Sintra y gana 12 de las 18 capitales de provincia continentales.

Los socialistas se quedan con el magro consuelo de haber ganado en número de votos. A causa del desplome informático, Portugal ha tardado 24 horas en conocer los resultados definitivos. Anoche, a las nueve, aún quedaban por escrutar los resultados de dos municipios.

La oposición ha criticado agriamente el desastre informático. El líder del conservador Partido Social Demócrata (PSD), Luis Marques Mendes, llegó a insinuar en la noche electoral que sin ese "extraño agujero" su partido habría ganado también en número de votos. Y ayer, la prensa reprochaba irónicamente al "Gobierno del choque tecnológico" por el colapso.

Las municipales surgen de esa confusión técnica como una clara reedición, aumentada, del terremoto local sufrido en 2001 por el Partido Socialista (PS), que ha admitido con elegancia su derrota e incluso su frustración tras volver a perder Oporto, Lisboa y Sintra, las tres ciudades cruciales.

La victoria indiscutible

La victoria indiscutible es del derechista PSD: obtiene más alcaldías que nadie (138 solo y 19 en compañía de otros, sobre un total de 308), gana 12 de las 18 capitales de provincia continentales y arrebata a los socialistas Santarém (siempre del PS) y Aveiro, en alianza con el CDS-PP (conservadores).

En su debe, el PSD pierde en número de votos y porcentaje con el PS (pero gana si se suman sus aliados), y cede el control de Oeiras (gran distrito cercano a Lisboa) y Gondomar (ciudad vecina a Oporto) a dos ex miembros del partido que ventilan cuentas con los tribunales: Isaltino Morais y Valentim Loureiro (que barrió con un 60% de los votos).

El PS, perdedor obvio según todos los análisis, busca consuelo a la gran marea naranja y (si se abstrae de la depresión Lisboa-Oporto-Sintra y de haber perdido una de las 110 alcaldías que conservó en la debacle de las elecciones de 2001) quizá encuentre algún argumento numérico: es la fuerza más votada (lo cual parece constituir un castigo peculiar a la política de ajuste del Gobierno José Sócrates), obtiene más de 1,9 millones de votos (110.000 más que en las últimas municipales), logra el 35,85% de los sufragios (por el 28% del PSD) y recupera la perdida alcaldía de Faro.

Los analistas creen que Sócrates tenía razón cuando justificó los resultados diciendo que los portugueses "saben distinguir muy bien entre las elecciones locales y las legislativas", pero apuntan que su situación ahora, especialmente tras ver cómo sus dos candidatos personalmente elegidos (Manuel María Carrilho en Lisboa y Francisco Assis en Oporto) han sido barridos por el PSD, no será "tan cómoda" como antes.

Claro que, curiosamente, la derrota del partido socialista alimenta también a los otros partidos de la izquierda. El CDU (coalición de mayoría comunista) aparece como el gran ganador moral de las municipales con un 10% de los votos totales, 32 alcaldías frente a las 28 de 2001, su recuperación en la orilla sur del Tajo (que vuelve a ser el cinturón rojo de la Gran Lisboa) y su consolidación como primera fuerza en el Alentejo.

El nuevo alcalde de Lisboa, Carmona Rodrigues, celebra su victoria.
El nuevo alcalde de Lisboa, Carmona Rodrigues, celebra su victoria.

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