Tres policías de Nueva Orleans, sancionados por pegar a un detenido

Tres agentes de policía de Nueva Orleans permanecen suspendidos de sus funciones desde la noche del pasado domingo después de haber sido grabados por una cámara de televisión mientras apaleaban a un hombre negro de 64 años. Fuentes policiales de Nueva Orleans reconocieron a la cadena CNN que "los agentes utilizaron más fuerza de la necesaria" para practicar una detención por estado de ebriedad.

El jefe de la policía de Nueva Orleans en funciones, Warren Riley, aseguró que se trataba de una actuación de "algunos malos policías; algo que pasa en todas partes". Riley dijo, no obstante, que consideraba que el contenido de la grabación en vídeo era "inquietante".

Una cámara de televisión grabó el sábado a un policía blanco mientras golpeaba violentamente a un hombre que se encontraba ante un bar, en pleno barrio histórico de Nueva Orleans. Las cadenas de televisión ABC y CNN difundieron las imágenes en las que se registró el incidente. Otros policías aparecen después en la grabación, en el momento en el que arrojan al suelo al detenido y le apalean de nuevo brutalmente, antes de dejarle abandonado con el rostro cara al suelo y en medio de un charco de sangre.

Al darse cuenta de que estaba siendo grabado por una cámara, uno de los agentes se abalanzó sobre un miembro del equipo de televisión, al que ordenó que dejara de registrar la escena. Después le empujó contra un vehículo y le propinó un puñetazo en el vientre mientras le insultaba. "Estoy aquí desde hace seis semanas intentando seguir con vida. Vete a tu casa", le gritó el policía al productor del equipo de televisión.

Los tres policías que fueron suspendidos de sus funciones el domingo pueden ser sometidos a una investigación judicial por cargos criminales. El jefe policial de Nueva Orleans dijo ayer que no había que juzgar "demasiado rápido" a los agentes sancionados, al estimar que la cinta de vídeo grabada no mostraba la totalidad de los hechos ocurridos ni la escena en su integridad. Otro oficial de policía citado por el diario The Washington Post, el capitán Marcos Defillo, aseguró que la agresión no había tenido ningún componente racista.

El hombre que fue víctima de los abusos policiales, el profesor jubilado Robert Davis, ha sido hospitalizado. Cuando se recupere de los golpes recibidos, Davis tendrá que comparecer ante el juez para responder de la acusación de estado de ebriedad en la vía pública y resistencia a la autoridad con comportamiento violento, según el diario de la capital de Estados Unidos.

"Situación única"

"En una ciudad inundada en un 80% y donde el 80% de sus habitantes han sido evacuados, el 80% de los policías también han perdido sus casas. Desde luego, es una situación única, es lo menos que se puede decir", dijo Warren Riley, que relevó interinamente a Eddi Compass, quien dimitió a finales del pasado mes de septiembre como jefe policial de Nueva Orleans.

La policía de esta ciudad sufrió un duro golpe tras el paso del huracán Katrina, el pasado 29 de agosto, después de que 200 agentes, un 10% de la plantilla del cuerpo, se dieran de baja en el servicio. En lo que va de año, la policía de Nueva Orleans ha sido acusada de la muerte de ocho personas.