Un pueblo convertido en fosa común

El pueblo de Panabaj puede convertirse en los próximos días en un camposanto, con cientos de lugareños que desaparecieron bajo la avalancha de lodo. El alcalde, Diego Esquina, evalúa con su consistorio la posibilidad de convertir la localidad sepultada en un cementerio ante las enormes dificultades de las labores de rescate. La gran cantidad de barro y la precariedad de medios impide el rescate de los desaparecidos, con lo que es muy probable que la autoridad municipal acabe tirando la toalla.

La gente está agotada de las tareas de rescate en pésimas condiciones, que convierten en impracticable la búsqueda. Es una tarea titánica que difícilmente dará resultados a corto plazo, mientras los cadáveres empiezan a descomponerse, advierte el alcalde, quien pertenece a un comité cívico, la Unión Maya Tzutujil, que gobierna desde 2000.

El número de muertos en Panabaj y Tzanchaj sigue siendo motivo de controversia. La agencia Reuters sembró la alarma al difundir la cifra de 1.400 muertos bajo el barro, basándose en las declaraciones de un portavoz de los bomberos. Médicos Sin Fronteras, la ONG que envió los primeros equipos de ayuda a la zona, rebajó considerablemente la cifra al señalar que se habían recuperado 71 cadáveres y había contabilizado más de 40 desaparecidos.

Censos poco fiables

El alcalde Diego Esquina no se atreve a dar un número preciso -nadie está en condiciones de hacerlo-, pero aventura la cifra de 800 desaparecidos, calculando que en Panabaj vivían unas 4.000 personas -lo que es, a su vez, imposible de confirmar-. Los censos realizados tienen poca fiabilidad, según reconoce el primer edil, que recuerda que tras los largos años de la guerra entre la guerrilla y el Ejército, muchos vecinos se negaron, por miedo, a contestar los cuestionarios de los equipos de registro de población.

Santiago Atitlán tiene cinco cantones, dos aldeas y dos caseríos, con una población total de 47.000 habitantes, según las cifras que maneja la Alcaldía. Grupos de estudiantes realizan estos días, con el apoyo de las Iglesias evangélica y católica, un censo sobre las personas afectadas por la avalancha de lodo.

[El contingente médico cubano que trabaja en Guatemala se incrementó con el envío de otros 200 médicos este fin de semana para atender a los damnificados del Stan, según fuentes oficiales de Cuba, informa la agencia Efe.

Los 200 médicos desplazados forman parte de la brigada internacional Henry Reeve, creada por el Gobierno de La Habana para trabajar en países afectados por desastres naturales. Viajaron con las mochilas cargadas de medicinas y material sanitario].