Rabat envía a un millar de subsaharianos hacia el sur con destino desconocido

Esposados, sin agua ni comida, viajan hacia el sur con destino desconocido. Unos 1.400 africanos, unos procedentes de Ceuta y Melilla y otros recogidos el sábado del desierto tras ser abandonados a su suerte, fueron concentrados ayer en Bouarfa. Desde esta ciudad desértica del sureste de Marruecos partieron al menos 36 autobuses con clandestinos. Los de Malí y Senegal salieron hacia el norte, a Oujda, para luego regresar a sus países en avión.

El resto, un millar, tomaron el camino de Errachidia hacia Agadir (costa atlántica), sin que el Gobierno marroquí informase de qué va a hacer con ellos. El chófer de un autobús aseguró que le ordenaron viajar al Sáhara occidental para abandonarlos en la frontera con Mauritania, también en el desierto.

Inmigrantes esposados piden ayuda en Bouarfa desde los autobuses en que son trasladados por la policía marroquí con destino desconocido.

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