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El satélite para estudiar el cambio climático cae al mar tras su lanzamiento

El satélite meteorológico Cryosat, lanzado ayer por la Agencia Espacial Europea (ESA) desde el cosmódromo ruso de Plesetsk, cayó dos horas después al mar, según confirmó anoche la Agencia Espacial Rusa, Roscosmos. "Según los datos telemétricos iniciales el lugar de la caída del satélite es el océano Ártico", señaló Viácheslav Davidenko, portavoz de Roscosmos. El satélite había dejado de responder a las comunicaciones del centro de control de Plesetsk a los seis minutos de su lanzamiento. Los análisis preliminares realizados por expertos rusos apuntan a que la parte delantera o nariz del cohete no pudo separarse debido a un fallo en su sistema de control.

Cryosat es un cohete que se construyó hace 20 años. Era un misil balístico intercontinental SS19, capaz de transportar seis cabezas nucleares. Estos misiles han sido adaptados para lanzamientos civiles por la empresa ruso-europea Eurockot.

El Cryosat se lanzó a bordo de un cohete Rockot a las 17.02 hora peninsular española desde la base militar rusa, a 800 kilómetros al noroeste de Moscú. Los ingenieros de la sala de control de operaciones de la ESA explicaron que el satélite debía desprenderse de la última etapa del lanzador, una hora y media después del lanzamiento y que la base belga de Redu debía haber recogido la primera señal.

Tras esta maniobra, el satélite debía situarse en la órbita polar a una altura de 720 kilómetros para realizar las mediciones con sus dos radares interferométricos y observar las modificaciones en las superficies de hielo polares, dijo el responsable de las comunicaciones terrestres de Cryosat, Íñigo Mascaraque.

Alta precisión

La misión del satélite meteorológico era medir durante tres años, con una precisión desconocida hasta ahora, los cambios de espesor y extensión en las capas de hielo de los casquetes y los océanos del Polo Norte y del Polo Sur. Los datos acumulados por este satélite hubieran permitido saber a los científicos si el cambio climático sobre todo el calentamiento del planeta, afecta a los casquetes polares y al deshielo observado en los últimos años en esta zona, sobre todo en el Ártico. Los expertos aseguran que todavía no se sabe la causa de que las capas de hielo de la Tierra hayan reducido su tamaño de una forma que consideran ya preocupante.

El satélite Cryosat, fotografiado antes de su lanzamiento.
El satélite Cryosat, fotografiado antes de su lanzamiento.

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