La ciudad de las esculturas callejeras
Leganés edita una guía de las 200 obras urbanas del municipio
Esculturas dedicadas a los derechos humanos, al trabajador, a mitos griegos. Con forma de gato, de caballo, de dragón, de cabeza o de torso humano. En plazas, parques, calles y glorietas. De hierro, mármol o acero. Leganés es la ciudad de las esculturas callejeras. Hasta 200 obras urbanas tiene contabilizadas el Ayuntamiento de la localidad, que recientemente ha inaugurado un museo al aire libre donde recopila las 70 más valiosas. El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía también ha cedido en depósito temporal al Ayuntamiento de Leganés un importante conjunto de esculturas para añadir a la exposición.
Además, el Consistorio ha editado un libro, El arte para todos. Escultura pública en Leganés, del crítico de arte José Marín-Medina, dedicado a la escultura en la ciudad. "Leganés es una ciudad única en este sentido y su modelo no es transportable a otras ciudades", explica el autor, que hasta antes de recibir el encargo apenas había pisado el municipio sureño. El libro, del que se han editado 3.000 ejemplares, cuesta 40 euros.
Algunas obras han sufrido agresiones, como el conjunto 'Primavera escultural'
La apuesta de Leganés por la escultura contemporánea comenzó en 1984, con la compra de diferentes esculturas. Obras de autores consagrados como Eduardo Arroyo, Martín Chirino, Ángel Ferrant, Agustín Ibarrola, José Clará, Susana Solano, entre otros artistas, pueden verse desde entonces en las calles del municipio. Una de las obras más emblemáticas es Satélite, de Agustín Ibarrola, situada al lado de la plaza de toros de La Cubierta. Esta esfera de ocho metros de circunferencia representa a la Tierra y a sus habitantes. El japonés Kaoru Katayama también tiene su hueco en el municipio con su obra Flores de ciudad (1999) y el dibujante y grabador Justo Barboza dejó para la localidad sureña su obra Rectángulo, de 1998.
El músico Pablo Casals tiene su homenaje con una escultura realizada por Ana Luis Benítez. La obra preside la plaza de Pablo Casals y la entrada principal a la Escuela Municipal de Música. El artista jiennense Miguel Piñar decidió diseñar por su parte un dragón alado, que preside desde el año 2002 una de las glorietas de entrada a la localidad. Eduardo Arroyo hizo en 2000 un unicornio en granito y bronce, instalado en el césped del campus de la Universidad Carlos III de Leganés.
La ciudad, incluso, tiene la primera estatua que se instaló en España dedicada a Ernesto Che Guevara y que es obra de la escultora Eva Montoro. Para el alcalde de la localidad, José Luis Pérez Ráez (PSOE), la colección de obra al aire libre del municipio "es una de las más importantes de escultura española contemporánea de gran formato".
Pero las esculturas no siempre han contado con la aprobación de los vecinos, que han puesto motes a algunas, como la que preside la glorieta de Leganés y que se conoce popularmente como los cabezones. Se trata de tres cabezas, colocadas en sus respectivos pedestales, que con las sílabas de Leganés dan la bienvenida a los vehículos procedentes de la carretera de Carabanchel y de la M-40. Esta escultura, de Juan Bordes, fue construida en 1997 con acero, bronce y aluminio. Algunas obras han sufrido agresiones, como el conjunto Primavera escultural, que fue destrozado por unos gamberros al mes de su instalación, en mayo de 1998.
A todas las estatuas elaboradas por artistas consagrados hay que sumar una nueva, que será inaugurada hoy domingo: la obra ganadora del V Certamen de Escultura Pública de Leganés, celebrado en 2003. La escultura, obra de Mayte Alonso, está situada en el parque del Campo del Tiro y está formada por una serie de arcos. "Es de acero y mide siete metros de altura", explican en el Consistorio leganense.
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