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Marruecos expulsa al desierto a cientos de inmigrantes

Los indocumentados viajan sin agua ni comida, según las ONG

El Gobierno de Marruecos está trasladando al desierto en autobuses y camiones a los inmigrantes irregulares de países subsaharianos detenidos en territorio marroquí tras intentar en los últimos días, sin éxito, saltar las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla. Médicos sin Fronteras denunció ayer que Marruecos ha abandonado a su suerte a estos inmigrantes, más de 500, en una zona desértica situada en el sur de este país junto a la frontera con Argelia. Algunos de los extranjeros necesitaban urgente atención médica. Marruecos niega las acusaciones de esta ONG.

Dos médicos y un ayudante de la organización Médicos sin Fronteras localizaron ayer a un grupo de más de 500 personas hambrientas y sedientas, entre las que había al menos una mujer embarazada y otra con un niño de unos dos años.

Javier Gabaldón, médico español responsable de este equipo, calificó de "lamentable" el estado de los inmigrantes a los que atendió. "Además de las heridas por el alambre de espino y contusiones por los golpes de las policías española y marroquí, están hambrientos y sedientos. Hemos atendido al menos a 80 personas", declaró a este periódico.

Los inmigrantes relataron a los médicos que en el camino hasta el sur de Marruecos desde las fronteras de Ceuta y Melilla habían quedado algunos compañeros fallecidos, un extremo que Médicos sin Fronteras no pudo confirmar. Un inmigrante marfileño que deambulaba por la zona aseguró por teléfono que un compañero murió en sus brazos.

El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno marroquí, Nabil Benabdelá, negó anoche la información de Médicos sin Fronteras subrayando que "el Reino de Marruecos respeta la dignidad humana y las reglas internacionales en materia de inmigración clandestina".

El ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, viajará el lunes a Rabat, a fin de entrevistarse ese día y el martes con su homólogo Mohamed Benaissa y negociar nuevas medidas relativas al control de la inmigración irregular y las mafias que trafican con ella. También propondrá soluciones para garantizar el trato humanitario a los inmigrantes.

El italiano Giorgio Talarco, de Médicos Sin Fronteras, atiende a un inmigrante en El Aouina-Souatar, cerca de la frontera con Argelia.
El italiano Giorgio Talarco, de Médicos Sin Fronteras, atiende a un inmigrante en El Aouina-Souatar, cerca de la frontera con Argelia.

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